Emmanuel Macron y Dunald Trump exponen sus divergencias respecto a Ucrania
Trump, desde su regreso a la Casa Blanca, ha tomado un enfoque radicalmente diferente en su política exterior, distanciándose de Kiev y alineándose con Rusia. Llegó, incluso, a acusar a Ucrania de haber iniciado la guerra y tachó al presidente Volodimir Zelensky de “dictador”.
En este contexto, y con el interés de recomponer las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea, Macron ha viajado a Washington, donde ha reafirmado su apoyo a la soberanía de Ucrania y al respaldo europeo a Kiev.
El líder francés subrayó que Europa quería la paz, pero que esta paz “no debería significar la rendición de Ucrania”. “No debe significar un alto el fuego sin garantías. Esta paz debe respetar la soberanía ucraniana”, alegó el mandatario galo durante su visita a Estados Unidos, que coincidió con el tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania.
Trump, por su parte, evitó referirse a cualquier garantía de seguridad durante su intervención en la conferencia de prensa conjunta. En cambio, se presentó como un mediador entre ambas partes para lograr un acuerdo, subrayando en este sentido que estaba en contacto con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Durante la rueda de prensa, Macron intentó corregir a Trump sobre el apoyo europeo a Ucrania, interrumpiendo al presidente estadounidense mientras hablaba para sugerirle que estaba tergiversando los hechos.
Trump indicó que Europa estaba “prestando el dinero a Ucrania”, pero que lo recuperarían, usando este argumento para defender un nuevo acuerdo para asegurar los ingresos minerales de Ucrania. Fue entonces cuando Macron intervino, indicando que Europa pagaba el 60% del esfuerzo total. “Fue como en Estados Unidos: préstamos, garantías, subvenciones”, explicó.
Macron también quiso resaltar los puntos en común. Reafirmando una postura que ha sostenido durante meses, reconoció que los europeos deben asumir una mayor responsabilidad por su propia seguridad, un principio en el que, al menos en teoría, coincide con Trump.
Sin embargo, las diferencias entre ambos seguían siendo evidentes y no hubo señales de que Trump hubiera cambiado significativamente su postura sobre quién es responsable de la guerra en Ucrania o si Europa ha hecho lo suficiente.
De hecho, esta reunión coincidió con una resolución liderada por Estados Unidos que no considera a Rusia el agresor en la guerra. Dicha resolución fue aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU con el apoyo de Moscú y sin el respaldo de los aliados europeos de Estados Unidos.
Trump se mostró receptivo a la propuesta de enviar una fuerza de paz europea a Ucrania, un plan que abordará a finales de esta semana, cuando reciba al primer ministro británico, Keir Starmer. Incluso mencionó que ya había hablado sobre la idea con Putin, quien, según Trump, también estaría abierto al plan.
Por otra parte, Trump también destacó que estaba dispuesto a reunirse pronto con Zelensky para finalizar un acuerdo que permitiría a Estados Unidos el acceso a los ingresos minerales de Ucrania.
Se estima que el país alberga las mayores reservas de titanio de Europa, un material clave para las industrias aeroespacial, médica y automovilística. Además, cuenta con las mayores reservas europeas de litio, fundamentales para la fabricación de baterías, cerámica y vidrio. Estas son razones por la cual el mandatario estadounidense mira con especial interés los recursos naturales de Ucrania.
Por esta razón, Trump ha planteado en varias ocasiones que Ucrania proporcione a Estados Unidos metales de tierras raras por valor de 500.000 millones de dólares como pago por la ayuda militar de Washington durante los años de guerra. No obstante, Zelensky ha rechazado este plan y trata de llegar a un mejor acuerdo.
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