martes, 14 mayo 2024

Una historia con campanas

Les propongo en esta ocasión dar un paseo por algunas de las más elusivas campanas de Santa Clara.

El primer historiador de la ciudad, Manuel Dionisio González, aseguró en un libro publicado a mediados del siglo XIX, que la Iglesia Mayor que ocupaba un pedazo del cuadrante norte del Parque Vidal poseía 4 campanas; dos pequeñas, tan antiguas como la fundación del templo en 1692 y dos de mayor tamaño agregadas posteriormente. Para la fundición de estas dos últimas, los Pilongos (nombre que aún reciben los nacidos en la ciudad), donaron monedas y joyas de oro y plata para ser adicionadas al caldo del cobre extraído de las minas de Maleza en las cercanías de la Base Aérea.

iglesia mayor sc

Se dice que estos metales preciosos convirtieron en distintivas la sonoridad de estas campanas que fueron fundidas entre 1773 y 1786 en un solar que existía en la calle San Vicente. En diciembre de 1820 se añadió a la iglesia una quinta campana, pero destinada a marcar la vida en la ciudad. Los Pilongos colectaron los 1000 pesos necesarios para comprar un reloj en Norteamérica, el que conectaron a una campana fundida en Santa Clara en 1802.

Así pudieron haber seguido las cosas hasta el presente, si no fuera porque en los años 20 del pasado siglo prosperó una conspiración que terminó barriendo con cargas de dinamita el templo del centro de la ciudad y el reloj fue trasladado a la antigua sede del Ayuntamiento (hoy emisora CMHW) durante la primavera de 1923. Siempre se consideró de ubicación “segura” la campana fundida en 1802 y ubicada en el reloj colocado en el frontispicio del antiguo Ayuntamiento, sin embargo, hace algún tiempo subí a la torre para investigar acerca del añejo reloj y documentar su desgaste actual cuando encontré que los escritos acerca del tema necesitan ser revisados y actualizados.

i edificio cmhw w

La campana del reloj que marca el paso de los días en Santa Clara, se encuentra dañada en su base, al punto que ha sido necesario disminuir la intensidad de los golpes para evitar que se quiebre. Cuenta con una inscripción que asegura fue fundida en La Habana en el año 1912. Aquí caben varias especulaciones: es posible que la campana de 1802 fuera reemplazada en una fecha después de 1912 en el propio emplazamiento. La respuesta pudiera encontrarse dentro de la papelería de la Iglesia, aun cerrada, para su estudio.

Existe otra posibilidad y es que el cambio ocurrió tras el traslado del reloj al edificio del Ayuntamiento, y entonces la respuesta estaría en otras páginas. Todo apunta a que la campana de 1802 pudiera estar perdida.  De las cuatro campanas originales de la Iglesia Mayor que escucharon los primeros habitantes de la Gloriosa Santa Clara, resulta necesario investigar mucho más. Algunos suponen que aún estén sonando en lo alto del campanario de la Iglesia de la Pastora, casi inaccesible por el deterioro, pero hay fuertes evidencias de que hay una campana descolocada en el tiempo y el espacio que fue emplazada en una escuela agrícola fundada a los inicios de la República en las cercanías de la Universidad Central “Marta Abreu” y que después cogió por otro rumbo.

Quizás para muchos sea irrelevante conocer de las campanas de Santa Clara y su historia, pero estos objetos de alguna manera estuvieron allí al lado de los fundadores de la otrora villa, marcaron  momentos de sus vidas y fueron testigos de toda esta sucesión de hechos que nos han llevado al presente y que continuarán hacia el futuro.

grabado santa clara

Arnaldo Díaz Jiménez

Director de Televisión en Telecubanacán Graduado de Lenguas Extranjeras 1987 se interesa por el desarrollo científico y medioambiental. Es Realizador del Programa de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *