miércoles, 24 abril 2024

Un banquete con papagayos (II)

Los banquetes con el Ara tricolor ocurridos en un punto desconocido del centro de Cuba, no se pueden desconectar de las búsquedas del emplazamiento del poblado aborigen donde fue a parar un día este grupo de colonizadores, detalle perdido de las páginas de historia.
La muestra forma parte de los hallazgos del área. Las olivas sonoras empleadas en los rituales aborígenes se colocaban en la parte superior de los brazos.
La muestra forma parte de los hallazgos del área. Las olivas sonoras empleadas en los rituales aborígenes se colocaban en la parte superior de los brazos.

El Padre Las Casas que fue el que lo vivió, lo vió y lo contó. En el libro “Historia de las Indias”, volumen 3, página 1885 se puede leer “…fue cosa maravillosa la abundancia de comida de muchas cosas que allí tuvieron, de pan y caza y pescado y, sobre todo, de papagayos, que -si no me he olvidado-, en obra de quince días … se comieron más de diez mil papagayos, lo más hermoso del mundo, que por alguna vez era lástima matarlos….

El guacamayo cubano, conocido como Ara tricolor, no resistió la colonización y destrucción del ecosistema que se produjo en Cuba tras la conquista. Después que la especie se extinguió en el norte de Villa Clara, los últimos ejemplares se refugiaron en la Ciénaga de Zapata y la Isla de la Juventud; oficialmente último ejemplar fue abatido en 1864 y testimonios sin confirmar aseguran que continuaron avistamientos esporádicos hasta 1885.

Los banquetes con el Ara tricolor ocurridos en un punto desconocido del centro de Cuba, no se pueden desconectar de las búsquedas del emplazamiento del poblado aborigen donde fue a parar un día este grupo de colonizadores, detalle perdido de las páginas de historia. Los arqueólogos de Villa Clara, tras auxiliarse de mapas antiguos y presentes, del conocimiento del know how aborigen para escoger el emplazamiento de sus comunidades lacustres en lugares resguardados,  hicieron sus pronósticos y comenzaron la búsqueda de campo por el asentamiento de San Ramón en las cercanías de la comunidad de pescadores de Carahatas, en el Municipio de Quemado de Güines.

No es el tipo de arqueología que escarba la tierra para desenterrar secretos, se trata de una bien organizada caminata por los campos buscando aquellos detalles que a los simples mortales escapan, antes de mirar al mar. Aparecieron los primeros hallazgos, entre ellos elementos de cerámica decorada (las primeras reportadas para el centro de Cuba), fragmentos de Burén, indispensable en la cocción del casabe, las olivas sonoras que empleaban los aborígenes cubanos en los rituales cuando querían ponerse en contacto con sus dioses, y cientos de piezas elaboradas sobre piedra y conchas Sin dudas los museos de la región centro norte de Villa Clara enriquecerán enormemente sus colecciones cuando todo esto se encuentre bien estudiado y catalogado.

Sin embargo, estos hallazgos no establecen de por sí que San Ramón sea lo mismo que el mítico Carahate descrito por el padre Las Casas. Hay que continuar nuevamente las búsquedas, el proyecto se encuentra pendiente a mejores tiempos  debido a que requerirá de buzos, varillas de acero y elementos que permitan izar lo que se encuentre en los fondos cenagosos que rodean a San Ramón. Se han encontrado en el área troncos de madera plastificada (esto es algo muy común cuando la madera pasa mucho tiempo bajo el agua); existe hasta el reporte de un fragmento de canoa con idénticas características. Todo ello abre la posibilidad de nuevas búsquedas y hallazgos que tal vez nos lleven a Carahate o nos remitan a otra calle, pero que nos direcciona más en el conocimiento del pasado aborigen en el centro de Cuba.


Arnaldo Díaz Jiménez

Director de Televisión en Telecubanacán Graduado de Lenguas Extranjeras 1987 se interesa por el desarrollo científico y medioambiental. Es Realizador del Programa de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

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