La historia de los 15 mil papagayos…

Por algunas de sus notas se conoce de aquel banquete descomunal de 15000 papagayos del extinto Ara Tricolor en un área del centro de Cuba. El lugar donde ocurrieron los sucesos, el mítico poblado referenciado en esa crónica de viaje con el nombre de Carahate, se perdió en el tiempo como el aroma de un perfume envejecido.Dos eminentes arqueólogos cubanos intentaron ubicar ese poblado de los aborígenes cubanos y polemizaron por sus deducciones.

Manuel Rivero de la Calle trató de encajarlo al norte de la provincia de Ciego de Ávila, en Buchillones, un espacio declarado patrimonio arqueológico de Cuba por la riqueza en exponentes aborígenes hace pocos años. Otro arqueólogo, pero esta vez de Sagua la Grande en Villa Clara, demostró que de acuerdo a las descripciones ofrecidas en el relato del clérigo, que era imposible que aquel mítico poblado aborigen cubano, montado sobre pilotes en el mar, no podía hallarse en Ciego de Ávila. Tomando en cuenta las propias anotaciones del padre Bartolomé de las Casas, lo colocó en la desembocadura del río Sagua, al este de la actual Isabela.

Con estos elementos, los arqueólogos de Villa Clara organizaron hace algunos años una nueva investigación para, de alguna manera, zanjar la duda con la historia. Durante las búsquedas emergieron las primeras respuestas a este interesante tema, sobre ello les escribiré unas notas en una próxima entrega.

Les adelanto que la imagen que acompaña este trabajo corresponde a una de las evidencias de la vida aborigen que pudiera dar por zanjada la ubicación del nunca hallado Carahate; se trata de la primera pieza de cerámica decorada encontrada en Villa Clara.