Salvaguardas Ambientales, una alternativa para el futuro
Salvaguardas Ambientales, una alternativa para el futuro
Las salvaguardas ambientales son una alternativa del presente y para el futuro, así asegura el productor Roberto Torres Núñez, residente en el municipio de Quemado de Güines, territorio enclavado en la provincia Villa Clara, en el centro de Cuba.
El fundamento de esta afirmación está basado en todo el conocimiento adquirido desde que se vinculó al proyecto IRES, en el año 2021. Desde entonces y hasta la actualidad, en su finca enclavada en la Comunidad Pedro Salas, Roberto es fiel centinela del entorno, tratando de aminorar los riesgos ambientales presentes en el suelo con gran erosión, producto a las intensas sequías, que se prolongan año tras año en este municipio de la costa norte de Cuba.
Para revertir los daños en los suelos, que por años han estado destinados a la actividad ganadera, causa por la que presentan un alto grado de compactación, el campesino emplea medidas de conservación y mejoramiento, lo que ha permitido mejorar la infiltración de las aguas; establece sus reservorios rústicos y como buen productor agroecológico, también aprovecha el estiércol del ganado para aplicar el residuo que funge como abono orgánico en los cultivos.
En la finca, que semeja un paraíso, por la exuberante vegetación y donde los potreros relucen por su belleza y disposición de las cercas vivas, sobresale el Piñón Florido, una especie que mantiene con podas y ofrece grato resguardo al ganado en los días intensos del verano. De la actividad de la poda y el desmonte de marabú, una planta invasora que prolifera con facilidad, no se pierde nada, así asegura este productor quemadense que utiliza la madera para hacer carbón y destinarlo a la cocción de los alimentos en el hogar.
En la finca San Martin, patrimonio de la Familia Torres, se ha logrado perpetuar la tradición ganadera, el modulo SILSON, establecido en veinte hectáreas, tiene con excelente vigor el cultivo de la caña de azúcar y Kingras, especies utilizadas para la alimentación de alrededor de doscientas cabezas de ganado, entre ellas vacas que superaron los 20 mil litros de leche entregados a la industria láctea al cierre del año 2024.
Los aportes de carne y leche vacuna de este productor de avanzada, están dados en gran medida por su trabajo, constancia, amor por la naturaleza y el entorno, valores que generaliza en toda la familia, entre ellos su mamá Herminia Núñez Álvarez, quien conserva como el mejor de sus diarios de vida, la Libreta de Salvaguarda, una pequeña agenda donde todos los meses anota las actividades que realiza en función de la vigilancia y monitoreo de las especies invasoras.
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