Un nuevo año, libre de toxinas en casa
Muchos han sido los meses que la COVID-19 condenó a la humanidad a ser precavida y a que la gran mayoría de los seres humanos quedaran en casa confinados, aparecieron entonces nuevas maneras de trabajar desde la casa y aportar así al desarrollo y a la economía. Esto propició que aun cuando se cumplían horario y contenidos de trabajo, se podía combinar con tareas domésticas.
Luego llegaron las vacaciones de navidad y fin de año. Oportunidad también para hacer en casa aquello que las rutinas laborales fuera del hogar, limitan; pero si ud tampoco en esos días tuvo el tiempo disponible para desintoxicar el hogar, aún está a pocas horas del inicio de 2021, y puede buscar la ocasión para hacerlo, y así iniciar el año sin toxinas en casa.
Para ello solo tiene que conocer que se consideran toxinas de la casa, estas las aprendí en varios trabajos publicados en internet y comprendí que era cierto al comparar con mis rutinas.
Ve al guardarropa y saca de él las prendas que ya no usas porque ya no están en tu talla o en moda. Es bueno deshacerte también de las manchadas y rotas. Puedes detenerte y las que no te sirven y tienen calidad para donarlas o venderlas, el resto reutilizar en paños de manos u otras manualidades, y también por qué no, enviar al basurero.
También en tu zapatera encontrarás aquellos zapatos que no reparaste nunca y ya no lo harás y puedes tirar.
Similar procedimiento realiza en cada closet del resto de la familia, aunque cada cual puede hacerlo por sí solo, excepto los pequeños, pero que si pueden ayudar y aprenden.
Otra parte del tiempo dedícalo al resto de las habitaciones de la casa; elimina los objetos que perdieron su color, belleza o están rotos. Trastos que llaman al pasado y ya no adornan. Relojes viejos, deteriorados y rotos que al detenerse detienen tu tiempo y no avanzas.
Notas viejas y comprobantes que al culminar el año ya caducaron o perdieron su valor. Recibos y revistas antiguas. Libros de cuentos que ya no leen los pequeños, o de colorear que ya no queda espacio para eso.
Revisa las plantas y elimina las hojas muertas o enfermas, trasplanta aquellas que puedas salvar y las otras tómalas como abono, y así le das un nuevo uso.
Si tienes hijos/as replantéales el espacio de los juguetes y aquellos que rompieron, no usan y no funciona, también retíralos del hogar.
Si sigues estos consejos de seguro notarás que la salud mejora, crece tu creatividad, liberas capacidad en armarios, closet y gavetas para dejar entrar lo nuevo y con ello mejora también las relaciones con los miembros del hogar a los que no tienes que insistir en un buen tiempo por el orden; así el humor de todos mejora.
En esa limpieza general busca cajas y utiliza para la nueva organización que acabas de realizar. Recuerda comenzar por cajones y armarios y concluye cada pieza y habitación de tu hogar, hazlo a tu ritmo, sin apuros. No olvides marcar la diferencia teniendo en cuenta lo que va a la basura, lo que necesita arreglos, o trasformación y reciclaje, y lo que vas a donar.
Mientras realizas la limpieza y el orden, observa lo que cambia en ti. A medida en que limpiamos nuestra casa física, también colocamos orden a nuestra mente y corazón. Al practicar el desapego a las cosas materiales que ya no te sirven y que solo llenan tu espacio, verás que poco a poco te sentirás aliviada y mejor, eliminaste las toxinas que oscurecían la casa y tu vida.
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