Dominicano de nacimiento, cubano de corazón
Máximo Gómez se incorporó a la lucha contra el dominio español en Cuba el 14 de octubre de 1868, y entre sus méritos de guerra estuvo la primera carga al machete, arma que se convirtió en la más temida por las tropas españolas.
La invasión de Oriente a Occidente constituye otra de sus proezas militares, la que protagonizó junto al Titán de Bronce Antonio Maceo Grajales. El Generalísimo participó en la Guerra de los 10 Años y en la Guerra Necesaria, esta última organizada por José Martí e iniciada el 24 de febrero de 1895.
«Dominicano de nacimiento, cubano de corazón», era la expresión de José Martí, cuando al referirse al general Máximo Gómez, reconocía la historia de un hombre comprometido con los destinos políticos de la Cuba colonial. Aquel joven amante del baile, la buena música, la poesía y de todo su entorno natal banilejo, decidió enrolarse en un proceso de liberación que lo llevó a convertirse, según sus propias palabras, en «revolucionario radical». Desde entonces luchaba, no por sostener los intereses de un caudillo militar en busca del poder político, sino por un ideal consistente en «cambiar cosas y hombres viejos, por cosas y hombres nuevos».
Cuando nuestro Apóstol se dedicaba a organizar la Guerra Necesaria escribió a Gómez para que aceptara la jefatura del Ejército Libertador Cubano, y expresaba en su misiva:
“El Partido Revolucionario Cubano viene hoy a rogar a usted que, repitiendo su sacrificio, ayude a la Revolución, como encargado supremo del ramo de la guerra, a organizar, dentro y fuera de la Isla, el Ejército Libertador (…) Yo ofrezco a usted, sin temor de negativa, este nuevo trabajo hoy que no tengo más remuneración que brindarle que el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres…”.
La respuesta de Gómez no se hizo esperar y fue contundente : “Desde ahora puede usted contar con mis servicios”.
Máximo Gómez Báez nació en el poblado de Baní, República Dominicana, fue ejemplo de internacionalista y genio militar, y su decisión de luchar por la libertad de Cuba, lo hicieron declararse ciudadano cubano, condición que supo honrar con una conducta digna de admiración y respeto.
Es la historia del líder cuyo nombre estuvo asociado a las acciones armadas más importantes del ciclo revolucionario, tanto en la Guerra de los Diez Años como en la contienda del 95. Un gran genio y estratega militar e internacionalista que dejó físicamente a Cuba el 17 de junio de 1905 porque aún está en el corazón de todas las generaciones de cubanos; un patriota que asumió a cuba como el mejor de los cubanos.
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