Cierra Cuba el 2023 con cifras crecientes de embarazo en la adolescencia
Ningún país del orbe, en mayor o menor medida, escapa del fenómeno del embarazo en la adolescencia, que afecta a miles de niñas, adolescentes y jóvenes en etapas tan tempranas de sus vidas.
En ese sentido, Níger y el Congo, en el continente africano, constituyen los países con las mayores cifras de embarazos tempranos, enmarcados por la Organización Mundial de la Salud entre los 10 y 19 años, mientras que Corea del Norte, Corea del Sur y Japón, presentan la menor cantidad de casos registrados.
Al respecto, los índices de embarazos adolescentes en Cuba han registrado cifras récord en 2023, según las últimas cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
Y es que Cuba cerró el pasado año con una tasa de embarazo en la adolescencia de 19.7 por ciento, con las cifras más elevadas en Granma, Isla de la Juventud, Holguín, Las Tunas y Sancti Spíritus; todos con valores por encima de la media nacional y superando además el 17,8% registrado en 2022.
Estas cifras aluden que la Mayor de las Antillas no está exenta de esta problemática, que afecta sobre todo a niñas y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, marcadas por la desigualdad de género, la calidad del desarrollo socioeconómico y que, según investigaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas, en nuestro país resulta más frecuente en adolescentes mestizas y negras de entornos rurales, desvinculadas del estudio y el trabajo y en condiciones de bajos ingresos.
Sobre ello, la Organización Mundial de la Salud alertó acerca de que el número de nacimientos de hijos de madres adolescentes en el mundo asciende a 16 millones cada año a escala global, e hizo un llamado de atención debido, sobre todo, a que la mortalidad de mujeres gestantes entre 15 y 19 años en los países en desarrollo se duplica en comparación con la tasa de mortalidad materna del grupo de 20 a 34 años.
Pero más allá de números, la realidad es que dicha situación continúa afectando a las féminas en edades precoces, poniendo en riesgo su integridad física y psicológica, así como su pleno desenvolvimiento, desarrollo e integración social e intelectual.
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