Un punto de venta, que marca la diferencia
En momentos donde los altos precios, la inflación y la situación económica en Cuba, agudizada por el bloqueo, marcan la cotidianidad, todos buscan soluciones a las carencias de alimentos y vale la pena destacar a quienes no se suman a especular o enriquecerse, abusando con altos precios la venta de los productos del campo. Entre los cubanos dignos, que marcan la diferencia, porque trabajan sobre la base del respeto, la dignidad y la honradez en el servicio al pueblo, está el quemadense Roberto Hormachea.
Este trabajador asociado a la CCS Ñico López, quien labora en el punto de venta La Esperanza, enclavado en el Consejo Popular El Perejil, en el municipio de Quemado de Güines, apostó por servir al pueblo en la placita de la comunidad. Los lugareños que frecuentan el lugar, encuentran, junto a la variedad y diversidad de los demandados productos del campo, que se venden frescos, el justo equilibrio entre calidad y precios, mientras, detrás de mostrador, se respira la sensibilidad humana y trato afable de Roberto Hormachea.
Este quemadense por adopción, pues nació en la provincia Artemisa, hace historia en este municipio hace más de quince años, desde que se consagró al trabajo en la Dirección Municipal de Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en el territorio, y después de jubilado se incorporó a trabajar en el punto de venta. Su consigna es servir a la Revolución y estar allí donde se necesite, por eso una bandera cubana dignifica el lugar donde se venden los productos del campo que provienen de la finca de Sevilla.
Según afirma Hormachea, esta tarea no es para enriquecerse, por eso aquí el pepino, la yuca, la habichuela y el aguacate se encuentra muy por debajo del precio con que se comercializan en otros puntos del estado habilitados para la venta; diariamente se asegura que viandas y hortalizas lleguen a la venta frescos, y si es necesario laborar los domingos, se hace, nada produce más satisfacción a Hormachea que ser útil.
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