jueves, 28 marzo 2024

¿Tenemos arquitectura bioclimática?

Resulta ilógico el predominio de grandes ventanales de cristal expuestos al sol en un país tropical. Los vidrios dejan pasar los rayos del astro rey, provocan la elevación de la temperatura interior y esto lleva a su vez que los equipos de aire acondicionado deban funcionar a toda máquina para mantener el ambiente fresco.

Poco antes del inicio de la pandemia fui invitado a las deliberaciones de un panel de expertos que analizó las consecuencias del abandono de la arquitectura bioclimática en los comercios de la ciudad de Santa Clara.

La revisión realizada por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Las Villas arrojó que cerca del 60 por ciento de los gastos energéticos de esos espacios son generados por los equipos de climatización producto de ignorar nuestras condiciones climáticas, la iluminación natural y el uso de las sombras

Resulta ilógico el predominio de grandes ventanales de cristal expuestos al sol en un país tropical. Los vidrios dejan pasar los rayos del astro rey, provocan la elevación de la temperatura interior y esto lleva a su vez que los equipos de aire acondicionado deban funcionar a toda máquina para mantener el ambiente fresco. El común denominador de los proyectos de este tipo de construcciones fue que rebasaron todas sus etapas evaluativas carentes de un enfoque bioclimático.

Los expertos de la UCLV detectaron fallas relacionadas con el acondicionamiento ambiental natural, habitaciones sin ventilación cruzada, grandes áreas compactas carentes de patio y enormes superficies acristaladas sin protección solar.

Quizás una de las más interesantes conclusiones que escuché aquella jornada es que resulta necesario trabajar más con los estudiantes de la carrera debido a que muchos de los proyectos ejecutados con estas deficiencias fueron elaborados por egresados de la casa de altos estudios.

Utilizada por el hombre desde hace cientos de años, la arquitectura bioclimática es aquella que sabe aprovechar las posibilidades del entorno con el fin de reducir al mínimo los consumos de energía en iluminación o climatización artificial, sin afectar el confort térmico.

Este tipo de experiencias no resultan novedosas, los colonizadores utilizaron cubiertas de barro, puntales altos, patios interiores, ventanas y puertas como parte de los recursos con los cuales enfrentaron el calor y resolvieron la iluminación de los espacios en la isla.

A este tipo de conceptos se deberá retornar cada vez que se evalúen nuevos proyectos e inversiones, fue el principal dictamen del evento que sugirió la inclusión de normas de la arquitectura bioclimática a la hora de planear y evaluar las inversiones y ofrecer alternativas para disminuir la factura eléctrica de nuestros comercios


Arnaldo Díaz Jiménez

Director de Televisión en Telecubanacán Graduado de Lenguas Extranjeras 1987 se interesa por el desarrollo científico y medioambiental. Es Realizador del Programa de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

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