Puentes de Amor deja su amor en Santa Clara
El amor y la sensibilidad por Cuba llegó a través de Puentes de Amor, hasta la casa de niños sin amparo familiar número 1 en Santa Clara. Allí donaron una máquina de hacer pan para los 8 niños y niñas de la institución, con el objetivo de facilitar la producción de este alimento.
Carlos Lazo, líder del proyecto, explicó que la idea de donar esta máquina nació de un estudiante norteamericano para enseñar a los niños a hacer su propio pan. Además, expresó que las casas de niños sin amparo familiar son unas de las grandes y más sensibles obras de la Revolución Cubana.
“Estos donativos que hacemos no salen de empresas millonarias ni de personas ricas, salen de cubanos nobles y humildes que viven en los Estados Unidos, pero que sufren el cruel bloqueo norteamericano y deciden, de sus salarios, aportar un granito de arena para el pueblo cubano”, comentó Lin León, miembro del proyecto solidario.
En intercambio con los trabajadores, los miembros recibieron una explicación detallada del funcionamiento de la casa que acoge a 8 infantes, de 0 a 6 años. Poco después los visitantes recorrieron la institución y compartieron con los pequeños a través de risas y cantos.
Medea Benjamí , miembro de la organización Código Rojo, quedó impresionada por el sistema de cuidados de los niños y niñas en este tipo de institución,y expresó como aun existen muchos infantes en el mundo sin amparo y viviendo en condiciones extremas.
Seguidamente la comitiva, acompañada por miembros del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en Villa Clara, visitó el Hospital pediatrico José Luis Miranda, para realizar otro donativo consistente en una tonelada y media de leche en polvo fortificada y 300 frascos de medicamentos. En esta ocasión representantes de Puentes de Amor enaltecieron la labor y la valía del personal de salud cubano, al tiempo que emocionados entonaron las notas del Himno de Bayamo y reclamaron el cese del bloqueo económico.
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