Por el rescate de la producción platanera en Quemado de Güines
El mejor y más representativo ejemplo de todo lo que se puede hacer para devolver el brillo que años atrás mostró el valle de Lugardita se encuentra en el mismo corazón de la granja Margarita. En el pozo número ocho, ya veinte hectáreas del cultivo con excelentes atenciones culturales muestran rendimientos por encima de las veinte toneladas por hectáreas de plátano Gran Enano, mientras los realengos de las máquinas de riego son aprovechadas de forma óptima para la siembra de otros cultivos varios.
En las áreas de la granja donde en el pasado todas las plantaciones se vieron seriamente afectadas por la incidencia de la Sigatoka, los productores plataneros han puesto en práctica el talento innovador para echar a andar una fumigadora en función de combatir la letal enfermedad fungosa.
El enclave productivo de Margarita es referente en la empresa quemadense, para Osmani Hernández y Yoel Chirino, hombres conocedores del cultivo que están frente al colectivo. No hay tareas difíciles si hay un colectivo comprometido y así funciona aquí, donde se labora en doble jornada; se construyó un Caney para el descanso de los obreros; se brinda almuerzo gratis y los salarios promedian alrededor de diez mil pesos mensuales.
La aspiración de este colectivo es crecer en cincuenta hectáreas del cultivo bajo riego por goteo, dando cumplimiento al acuerdo derivado de la última visita del Ministerio de la Agricultura.
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