La papa nuestra
El clima siempre dirá la última palabra con la papa; el pasado año la cosecha marchaba bastante bien hasta que las complicaciones generadas por la primera ola del coronavirus desorganizó y atrasó la recolección que fue golpeada adicionalmente por precipitaciones inoportunas. La temporada de este año se complicó con las intensas lluvias de noviembre lo que retrasó la siembra y llevó a trasladar parte de las simientes planificadas a la Empresa de Cultivos Varios Yabú a los campos de Santo Domingo y Quemado de Güines, caracterizados por un suelo más permeable.
Ante estos inconvenientes la búsqueda de variedades que se puedan cosechar en 90 días o menos con buenos rendimientos y que respondan bien a los suelos y temperaturas del centro de Cuba, se torna estratégico. El pasado año en las tierras del Yabú se montó un Jardín de Variedades con cerca de un centenar de simientes suministradas por una decena de compañías. Luego de cosechadas y pesadas se tiene noción de cuales pudieran ser introducidas en nuestros campos posteriormente.
Caminar por los surcos del Jardín a punto de cosecha resulta una experiencia muy interesante. Algunas plantas lucen aun su verdor frente a otras que ya comenzaron a secarse, otras están en pleno proceso de floración y debajo del suelo se adivinan simientes de múltiples colores y formas entre ellas sobresalió una de color rojo sangre muy demandada por la alta cocina.
Este año crecen en los campos del Yabú ejemplares de las variedades Ultra, Royal y algo de Manitoba que precisamente tuvieron un buen comportamiento en los estudios de temporadas anteriores y se espera en marzo llegar a la meta de obtener las 1500 toneladas previstas en la Empresa. La pelea contra el clima y las estrecheces de insumos para proteger la especie de plagas y enfermedades está echada, este año hay que efectuar la recolección del tubérculo en poco más de 2 semanas y deberán afinarse muchos detalles para garantizar el éxito.
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