¿Hacia dónde va el Agro G?
Los microorganismos destinados al uso agrícola ganan terreno en un mundo que ha comprendido los peligros que representan los fertilizantes tradicionales para el medio ambiente y la salud. Afortunadamente Cuba no se ha mantenido al margen de estos procesos.
Descubrí accidentalmente el Agro G durante una filmación en las casas de cultivo protegido del Yabú la primavera del 2019. El producto es un biofertilizante desarrollado sobre desechos de la industria láctea a los que se le adicionan mieles finales y sobre este caldo se propagan microorganismos que potencian el desarrollo de cultivos sanos y vigorosos al intervenir favorablemente en los ciclos biológicos de diversos nutrientes.
El Agro G resulta maravilloso para estimular el crecimiento de las plantas y en estos espacios confinados se pudo precisar sus bondades en la producción agrícola, este fue desarrollado por el Centro de Bioactivos Químicos de la Universidad Central de Las Villas
Los promotores de este producto me explicaron que estudiaron para la industria diversas variantes del Agro G, con formulaciones que van desde una solución concentrada, polvo soluble, polvo mojable y microcápsulas.
Los planes para socializar el Agro G se frenaron el pasado año por la irrupción del coronavirus y sus efectos sobre la producción lechera que cortó el acceso a uno de sus ingredientes.
El país vive una aguda crisis por la falta de fertilizantes agrícolas que ha llevado a los directivos del sector a pedir aumentos en las áreas bajo cultivo para suplir la caída de los rendimientos. En los próximos años conoceremos si el Agro G se generaliza, si la idea regresa al olvido junto a otros descubrimientos interesantes o se reformula su producción con otras materias primas más asequibles.
Se quiera o no , el Agro G o sustancias similares se hallan a la vuelta de la esquina debido a que cada vez son más los centros de investigación y las grandes compañías del mundo que dedican recursos económicos y humanos a la búsqueda de fertilizantes basados en microorganismos. En el caso nuestro ya llegamos, queda entonces diseñar o adaptar procesos fabriles para obtener el Agro G en varios puntos de la nación y hacerle hueco dentro de los planes de la economía. En lo personal he utilizado el producto y les aseguro que es un descubrimiento que vale la pena no olvidar
Muy interesante y habrá
Que seguir investigando y poniéndoles al servicio agropecuario.
Lo felicito