martes, 26 marzo 2024

El privilegio de ser niño en Cuba

El Día Internacional de la Infancia fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1956. Es un día consagrado a la fraternidad y a la comprensión entre los niños y las niñas del mundo entero.

El Día Internacional de la Infancia fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1956. Es un día consagrado a la fraternidad y a la comprensión entre los niños y las niñas del mundo entero.

En Cuba no hacen falta tener un libre acceso a la internet ni quizás otros recursos de los cuales carecemos como resultado del bloqueo que se nos impone desde hace varias décadas, para que nuestros niños sean felices.

De hecho, ¿cuántos de nosotros que ya peinamos canas y otros que ya son adultos, pero aun no las peinan, recuerdan los juegos tradicionales de antaño? Esos mismos que aun por suerte, juegan nuestros pequeños cubanos, y los adultos recordamos con agrado y añoramos.

No soy de las que niego el desarrollo de las nuevas tecnologías de la informatización y las comunicaciones y no me voy a detener en eso, sino que es una oportunidad para demostrar que la felicidad de los niños cubanos no está ahí, sino en la socialización diaria que logran con sus juegos y actividades.

Las mismas que necesitan los seres humanos y que aprendemos desde niño, con esas pequeñas cosas de las que disfrutamos en colectivo y que nos hacen ser un mejor adulto. De ahí lo importante que es separar un tanto a los pequeños de la internet y redes, para lograr adultos generosos, solidarios y humanos, y que en Cuba logramos con los juegos de niños.

En fin, cuando hablo de que los infantes cubanos son felices, me refiero a la inmensa posibilidad de andar por nuestras calles de manera libre y espontánea sin temor alguno.

Es un privilegio no solamente porque se le dedique este día a la infancia, y las plazas y calles de ciudades y pueblos se vistan de alegría para recordarlo, sino porque cualquier día del mes y del año es el “Día de la infancia en Cuba”.

En plazas, calles, parques y patios de nuestros hogares disfrutan y comparten entre amigos como se dicen entre ellos, porque en realidad eso son: amigos de la infancia y que, con el decursar del tiempo, esa amistad perdura y recordamos con alegría.

Ahora mismo recuerdo mis juegos de niña, en mi natal Mata y mis amigos de entonces. La rueda rueda, el tesoro escondido, el arroz con pollo, el juego de la sortija y los castigos que implicaba, y tantos otros juegos para los cuales no necesitábamos más que reunirnos en grupo para compartir y divertirnos. Momentos y amigos que hoy recuerdo con alegría, y amistad que permanece.

No olvido que jugábamos en calles y espacios públicos sin temores ni preocupaciones. Para los pequeños cubanos de entonces y por suerte de hoy, cualquier día del año es el “Día de la Infancia”.

No escogeré la fecha para alardear de lo que tenemos y garantiza nuestro gobierno revolucionario a cada niño o niña que nace porque ya se conoce en el mundo entero.

La Revolución Cubana asumió esta premisa desde su nacimiento. Por ello convirtió los cuarteles en escuelas, formó maestros, y extendió la educación hacia las zonas más intrincadas de nuestra geografía, y garantizó la enseñanza hasta niveles superiores y especiales, por solo comentar lo realizado en un sector como este.

Nuestros niños cada amanecer viven sus pasiones, encuentran respuestas claras a sus preguntas y salen a las calles con optimismo desafiando el porvenir, ese que cada padre, madre y demás miembros de sus familias se proponen construir con su esfuerzo diario para que cada jornada del año sea el día de la infancia.


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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