jueves, 28 marzo 2024

El día que Fidel nos enseñó a levantarnos

Era octubre de 2004, la Plaza del Che no alcanzaba para tanto pueblo pero yo estaba allí, en la sexta o séptima fila de asientos, en el grupo de estudiantes universitarios que querían ver de cerca a Fidel y atesorar el momento en sus memorias.

Era octubre de 2004, la Plaza del Che no alcanzaba para tanto pueblo pero yo estaba allí, en la sexta o séptima fila de asientos, en el grupo de estudiantes universitarios que querían ver de cerca a Fidel y atesorar el momento en sus memorias.

Siempre había soñado con la crónica que escribiría el día en el que estuviera cerca del Comandante, porque la primera vez tenía apenas 12 años y era una más entre los miles de villaclareños que, debajo de la lluvia, fueron a escucharlo aquel 30 de septiembre de 1996.

Cuando vino a recibir al Che, en 1997, también estaba entre ese pueblo triste, trasnochado pero heroico como nos pidió el Guerrillero. Cinco años después lo tuve cerca sin estar, cuando por su mano creadora surgió la carrera de periodismo en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas y mi compromiso con la Patria fue tornándose inmediato.

Pero en ese mes de octubre de 2004, llegó para felicitar a los primeros graduados de instructores de arte, para crear la Brigada José Martí,  y allí, desde mi silla, supe del valor de un hombre que nos enseñó a levantarnos ante el dolor físico.

Fue la última vez que Villa Clara abrazó a Fidel, la última vez que compartimos al menos el mismo espacio físico, su presencia se hizo eterna en el centro de Cuba, en mí, dejó la eterna insatisfacción de la crónica anhelada.

 

 

 


Gricelys María Moreno García

Periodista Licenciada en Periodismo desde 2007 por la UCLV, ama la televisión y disfruta llevar a la pantalla el acontecer de su tierra.

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