martes, 26 marzo 2024

Mallory los sigue guiando

En política hay asuntos que aunque pasen muchas décadas, siguen manteniendo su esencia ya sea de un signo u otro. Uno de esos casos es el Bloqueo que por más de 60 años le aplican los Estados Unidos de América a Cuba, lo que se ha mantenido con mayor o menor intensidad en cualquiera de las doce administraciones, desde Eisenhower hasta Biden, que han lidiado con la Revolución Cubana.

En política hay asuntos que aunque pasen muchas décadas, siguen manteniendo su esencia ya sea de un signo u otro. Uno de esos casos es el Bloqueo que por más de 60 años le aplican los Estados Unidos de América a Cuba, lo que se ha mantenido con mayor o menor intensidad en cualquiera de las doce administraciones, desde Eisenhower hasta Biden, que han lidiado con la Revolución Cubana.

Aunque muy pronto Kennedy le dio cuerpo de Ley a esa postura política, y en lo sucesivo varios presidentes y el Congreso le hicieron sustanciales aportes legales, hay un documento que sin  tener un carácter oficial que implicara su obligatorio cumplimiento, sí retrata los objetivos y el meollo del Bloqueo.

Me refiero a un memorándum secreto del Departamento de Estado, que con fecha 6 de abril de 1960, emitió un señor llamado Lester D. Mallory, quien era entonces el Vice Secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, o sea, el segundo funcionario en cuanto a rango en la cancillería norteamericana en lo que se refiere a políticas sobre los países del continente americano.

Desclasificado ya hace unos cuantos años el documento, puede calificarse como el Carné de Identidad de esa política pues retrata fielmente sus intenciones y formas de ejecución.

“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

En todos estos años en los único que no han sido fiel, y no les ha importado tampoco, a la letra y espíritu de ese infame documento es en eso de siendo lo más habilidosa y discreta posible. El bloqueo se constituyó en política de estado y sus formas de realización y el cuerpo legal que lo ampara son de todos conocidos.

Lo han hecho y lo siguen haciendo a despecho del Derecho Internacional de varios signos y a contrapelo de la opinión y del deseo de la inmensa mayoría de la humanidad y de los gobiernos del mundo, muchos de los cuales son sus aliados en política internacional.

 Y para los que duden de la veracidad de esta opinión, les invito a analizar lo que está ocurriendo en estos días en Cuba donde una cierta cantidad de personas, no tantas como dice la prensa extranjera, han salido a las calles a protestas contra el gobierno cubano, al que culpan de las dificultades reales por las que pasamos, sobre todo las insuficiencias en el abastecimiento de alimentos, medicinas, cortes temporales de electricidad y carencias de otros servicios y abastecimientos.

Sin desdeñar los errores que se han cometido en la práctica económica de las últimas décadas, reconocidos por las propias autoridades cubanas, a cualquier observador objetivo, aunque no sea simpatizante de la Revolución, le queda claro que el bloqueo norteamericano es la principal causa de las carencias productivas, financieras  y de servicios por las que pasamos a lo que se ha sumado, al igual que en el resto del mundo, el efecto paralizador y muy gastador que la Pandemia Covid-19 ejerce y tensa sobre economía cubana.

En estas circunstancias, el incremento brutal del bloqueo en los últimos dos años, con más de 200 medidas restrictivas, y que la actual administración demócrata mantiene, no hace más que seguir al pie de la letra las líneas directrices ¨trazadas¨ contra Cuba por el Vicesecretario Mallory hace más de sesenta años, con el objetivo de que “logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

Precisamente en esa cuerda se mueve la situación que están provocando con la esperanza de manipular a determinados sectores de la población cubana, sobre todo a partir de la mentira y la incitación a la desobediencia civil con la esperanza de que se creen situaciones conflictivas entre los propios cubanos y que justifiquen la intromisión en los asuntos internos de Cuba e incluso una intervención armada con el disfraz de ¨humanitaria¨.

O sea, te aprieto las clavijas, te privo de suministros elementales, te creo innumerables dificultades financieras y productivas, y cuando se observan los resultados, te culpo por ello e incito a las personas a sublevarse.

Como se dice: ¨no hay nada nuevo bajo el sol¨ en la esencia del bloqueo y en sus objetivos malsanos y lo que están tratando de lograr con la situación conflictiva que quieren crear, lo que obedece a un guión ya escrito por el señor Mallory desde abril de 1960.


Luis Evidio Martínez Díaz

Periodista Graduado en la UH como Licenciado en Periodismo 1991, prefiere el debate y el análisis de los acontecimientos que le circundan.

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