jueves, 28 marzo 2024

Internet para el periodismo: ¿oportunidad o amenaza? (I)

La red de redes ha obligado a buscar nuevas fórmulas para rentabilizar los contenidos y ha puesto en cuestión aspectos tan sensibles como la credibilidad de las fuentes, el valor de la noticia o el papel mediador del periodista.

La red de redes ha obligado a buscar nuevas fórmulas para rentabilizar los contenidos y ha puesto en cuestión aspectos tan sensibles como la credibilidad de las fuentes, el valor de la noticia o el papel mediador del periodista.

Internet ha transformado las formas clásicas de trabajar en las redacciones de los medios; ha modificado la relación consolidada durante décadas entre lectores y editores y ha abierto un período de incertidumbre en las empresas de comunicación. La red de redes ha obligado a buscar nuevas fórmulas para rentabilizar los contenidos y ha puesto en cuestión aspectos tan sensibles como la credibilidad de las fuentes, el valor de la noticia o el papel mediador del periodista.

Punta de lanza de las transformaciones sociales, tecnológicas y económicas, la prensa se ha visto convulsionada por el éxito de una tecnología que es, al mismo tiempo, canal de comunicación y herramienta de trabajo para los profesionales del medio. La www ha puesto en cuestión el rol profesional del periodista, ha modificado la práctica ampliando el espectro de fuentes a disposición de los más avezados internautas. También ha modificado los hábitos de lectura.

Hoy, con el acceso a internet, cualquiera puede convertirse en informador; se rompen las barreras entre emisor y usuario; los diarios personales o blogs usurpan el territorio tradicional de la prensa plana. Paso a paso el periodismo digital ha alcanzado protagonismo en la esfera mediática internacional, a la vez que transforma las prácticas profesionales hasta el momento establecidas.

Nuevo escenario, nuevas redacciones

La irrupción de internet en con sus múltiples códigos y herramientas, ha afectado a la forma de trabajar en los medios y a la propia información. Los hábitos de lectura, acceso y búsqueda de datos han sufrido una transformación inevitable, pues hoy se han abierto las puertas de la información a todo el mundo. En décadas pasadas la noticia constituía un bien propio del periodista como profesional de la comunicación, hoy, en el nuevo escenario, con unos pocos conocimientos de edición y acceso a la red cualquiera puede convertirse en informador.

De igual forma, los profesionales de antaño sucumben ante los imperativos contemporáneos: no es casual que en tiempos modernos prime la inmediatez sobre cualquier otro aspecto como la veracidad de las fuentes, “que la primicia informativa sea el valor más importante frente al análisis y la investigación profunda; y, por último, recurriendo a la red para obtener en ella pistas, datos, rumores o confidencias, no siempre contrastadas y en ocasiones carentes de toda veracidad, pero que cada vez con mayor riesgo pueden acabar siendo publicadas en primera página y así elevadas a lo más alto de la información veraz y de prestigio.

Si bien en el pasado los profesionales del sector periodístico establecían sus fuentes a partir de la sectorialización y los modelos tradicionales, las herramientas de la world  wide web, con su nueva realidad digital, impusieron nuevos caminos para la obtención y recolección de datos.

El correo electrónico, disponibilidad primaria de la red de redes, resultó el primero en modificar las relaciones entre informadores e informantes, a la vez que abrió las puertas a nuevas fuentes. La posterior aparición de las redes sociales y otras plataformas digitales, con actuación contante, también han contribuido a remarcar el papel del usuario establecido como fuente y por qué no, como medio, lo que si por un lado ha permitido acelerar el flujo de información, por otro ha atentado contra la veracidad de la misma. Lamentablemente las prácticas comunicativas actuales en la época de las url, se basan en quién lo dice primero, cuando la meta sería quién lo dice mejor.

En un plazo de tiempo corto internet ha alcanzado tal significación que las herramientas tradicionales de la profesión periodística hoy se sustituyen por el teclado del ordenador, los marcadores y favoritos, los canales RSS y un buen manejo de los buscadores. Claro, esto también se hace extensivo a los usuarios que no son profesionales de la comunicación, pero que con un conocimiento básico de las utilidades de la red, también pueden establecerse como medios y movilizar audiencias, fenómeno que crece cada día al ir en aumento la llamada generación de los nativos digitales.


Carmen Milagros Martín Castillo

Periodista Licenciada en Periodismo por la UCLV 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán, amante del universo digital.

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