martes, 26 marzo 2024

Fidelidad, amor y entrega merecen ser bien retribuidas

El decreto No. 20, del 29 de enero pasado, es uno de los pasos para la ley de protección animal, un decreto de bienestar animal muy amplio que recoge todas las acciones a realizar para la protección de todas las especies de animales.

Quien lee mis publicaciones seguro conoce de la crónica que le dedique a mi perro Jonh, el niño de la casa, o, como dicen mis hijas, “el nieto primogénito”. Llegó a mi hogar primero que los nietos, y, aunque ya peina canas y sobrepasa los 11 años de edad, sigue siendo nuestro niño pequeño.

También tuve un chow chow, que vivió cinco años como la reina de la casa hasta que fatalmente la perdimos; recuerdo que hicimos por ella todo lo que estaba a nuestro alcance; especialistas, medicinas y tratamientos que no resultaron.

Recientemente croniqué sobre Norberto; así se llama el gatico de Betsy, la hija de mi amiga y colega Berkis Vidal. Este animalito llegó a casa desvalido y hambriento, recibió alimentos y cariño, y ahora es parte de la familia.

Nadie pensó que Norberto podría ganarse el cariño de Berkis, porque su hogar, según ella, no tenía las condiciones para acoger a un animal. Pero llegó y se quedó; y hoy ella misma le dice mi nieto.

En varios momentos he tenido perros y gatos porque desde pequeña me gustaron y mi familia siempre permitió que los tuviéramos en casa. Varias anécdotas tiene la familia sobre mascotas que han convivido con nosotros y sobre el cómo han llegado a nuestro hogar.

Tales razones hacen que sea una de las cubanas que levanta la mano a favor de la aprobación de una ley que proteja los animales de personas inescrupulosas que los maltratan y abandonan. Aunque pienso que, quien ame a un animalito no necesita de una legislación vigente que regule su cuidado.

También considero que cuando se adopta un animalito en casa es para cuidarlo, amarlo y alimentarlo; por eso me interesó la entrevista de la televisora provincial Telecubanacán a Ramón Cardoso Artiaga, Jefe del Departamento de Sanidad Animal de la Dirección Provincial de la Agricultura, y a Niurka Justin del Valle, Jefa del Programa de Zoonosis en el Centro Provincial de Higiene de la Dirección Provincial de Salud, ambos de Villa Clara.

Cardoso Artiaga explicó el contenido del decreto No. 20, del 29 de enero pasado, uno de los pasos a la ley de protección animal, un decreto de bienestar animal muy amplio, que recoge todas las acciones a realizar para la protección de todas las especies de animales incluyendo también los de la vida silvestre.

Señala el entrevistado que el Artículo 5, inciso A, recoge la contravención aplicable a todo el que provoque un estrés o un maltrato a los animales, relacionando específicamente al veterinario que actúe sobre el animal.

Refuerza este al decreto ley 137, aseguró el Jefe de Departamento de Sanidad Animal en Villa Clara – quien continúa- que es el decreto madre de la medicina veterinaria e incluye todas las contravenciones aplicables al ejercicio de la medicina veterinaria, responsabilizando a los tenentes de animales, ya sean personas naturales, jurídicas o extranjeras.

Este decreto incluye el sacrificio, la violación de las normas sanitarias durante la esterilización de los animales, el traslado de las especies entre los territorios sin previa autorización, las acciones veterinarias sin autorización del personal, manejo, alimentación, cuidado de los animales, etc.

Niurka Justin del Valle, Jefa del Programa de Zoonosis en el Centro Provincial de Higiene de la Dirección Provincial de Salud, explica que la zoonosis incluye todas las enfermedades que trasmiten los animales y son padecidas luego por los humanos. La toxoplasmosis, la leptospirosis, la rabia, la brucelosis son algunas de las más comunes acotó Justin del Valle.

El programa de zoonosis vigila estas enfermedades y las prevé, pero necesitamos de la ayuda de las personas para evitar la propagación de estas pues no hay que esperar a que aparezcan para combatirlas, concluyó la entrevistada.

De ahí el llamado a la tenencia responsable de animales domésticos; la existencia de los servicios que se brindan en las clínicas veterinarias de la provincia contribuyen a mantener a sus mascotas libres de enfermedades y a tratarlos cuando estos enfermen.

Existe en Villa Clara una red de clínicas veterinarias a las que pueden asistir todas las personas que deseen atender a sus mascotas; funcionan 16 consultorios veterinarios y 4 clínicas en todo el territorio provincial.

En la ciudad cabecera funcionan dos clínicas, una en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas y otra en Las minas; además del consultorio ubicado en Vigía Sur. La clínica ubicada en la Sub-planta está prevista para una reparación.

No olvide, ellos, nuestras mascotas, son mejores que nosotros demostrando fidelidad, amor y entrega; y qué mejor que recompensarlas de igual manera, bien lo merecen, ¿no cree usted?


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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