jueves, 28 marzo 2024

El peso sí tiene vuelto

Dejamos una propina cuando recibimos un buen servicio; cuando queremos recompensar la calidad de la prestación. No cuando es un robo avisado.

Dejamos una propina cuando recibimos un buen servicio; cuando queremos recompensar la calidad de la prestación. No cuando es un robo avisado.

Resulta casi imposible encontrar vuelto si se trata de menudo, o del llamado dinero blanco en Cuba. La problemática lamentablemente no solo está en las instituciones estatales. También es común en el sector privado e incluso en los servicios que se ofrecen en CUC.

Al pagar un producto en 2.50, 3. 90 o 6.60 el cliente recibe una sonora intervención: “No hay menudo”.

El vendedor se justifica: “No hay cambio en los bancos. Es muy temprano para tener cambio. A esta hora tan tarde ya se me agotó el menudo.” En ocasiones incluso ni siquiera recibes la excusa y te cobran “cerrado”; por supuesto, nunca a favor del cliente. Estas situaciones se dan con frecuencia. A mí, por ejemplo, me ocurrió hace unos días en el coppelia santaclareño.

Pero, ¿cuáles son las verdaderas razones por las cuales esto sucede?

Aclaremos algunos puntos:

1. Los administradores de locales estatales y los dueños de los privados no se ocupan de tener menudo y variedad de billetes.

2. En muchas ocasiones los vendedores no dan vuelto, teniéndolo. Ese “impuesto” termina en sus bolsillos.

3. Es muy cierto que en los bancos no hay menudo suficiente para abastecer negocios privados y estatales. Incluso con el boom del cuentapropismo en Cuba comenzaron a circular billetes de 200, 500 y mil pesos, pero las autoridades pertinentes no hablaron nada de las pequeñas monedas.

4. La falta o lenta circulación monetaria obstaculiza la utilización del dinero.

5. La falta de decencia, las personas inescrupulosas que no tienen reparo en tomar lo ajeno. Eso también es Robar. Una persona capaz de robar 20 centavos también es capaz de robar mil pesos, me enseñó mi mamá.

Sin embargo, cuando pagas con menudo eres mal mirado. Este experimento lo hice hace poco tiempo en diferentes lugares y en la mayoría de ellos los dependientes pusieron cara de poema chino. ¿A caso vale tan poco el dinero; o, mejor dicho, el trabajo? Porque cada centavo equivale a trabajo realizado. Si sumamos cuánto dinero perdemos con la ausencia de vueltos y lo comparamos con el salario diario que tenemos será muy fácil entender cuántos días trabajamos para que alguien nos robara de frente.

Pero es sobre todo una cuestión de principios. Dejamos una propina cuando recibimos un buen servicio; cuando queremos recompensar la calidad de la prestación. No cuando es un robo avisado.


Raydamara Chirino

Colaboradora Licenciada en Marxismo e Historia, se desempeña como productora de espacios informativos. Seguidora fiel de la cultura santaclareña y mundial.

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