martes, 26 marzo 2024

¿Día del Amor o de la Amistad?

Si algo gusta y se convierte rápido en hábito en el ser humano es el encasillamiento o manía de definir en un término o concepto algún asunto o suceso de la vida. El amor y la amistad no escapan a esa tendencia y el 14 de febrero es una fecha oportuna para demostrarlo.

Recuerdo que desde que era un adolescente, hace ya algunas décadas, supe que el día que marcaba  esa fecha en el calendario era dedicado a las personas que estaban enamoradas, tomando esa condición como que se gustaban, fueran novios o matrimonios, y que tenían el deseo de estar junto a otra que le ocupaba el pensamiento y el deseo de compartir lo mismo la compañía que la intimidad propia de esa emotividad del alma.

Aunque claro que no es lo mismo que una persona te guste, a estar enamorado de ella. Lo primero tiene que ver, en primera instancia, con una atracción física y el deseo biológico y emotivo de estar junto y en contacto con esa persona; lo segundo es un asunto que presume, por supuesto, cierta dosis del gusto,  pero que habita en eso que llamamos alma, desde donde nos nace y compulsa a actuar un sentimiento o comportamiento interior movido por la admiración hacia esa persona y la necesidad de compartir sistemáticamente con ella, y no solo su condición y cualidad física, sino su personalidad, su forma de ser y de actuar como complemento de la propia.

Con el riesgo que siempre trae tratar de definir algo, y mucho más ese misterio que es el amor, creo que el gusto tiene más que ver con la adrenalina, el erotismo y el sexo, muy válidos y deliciosos por cierto, mientras que  el enamoramiento es algo que, con cierta dosis de lo anterior, nos hace necesitar a otra persona en su físico y en su expresión espiritual.

El gusto es a veces instantáneo, como un rayo germinal inesperado, maldito y bienvenido a la vez, difícil de domar y de ocultar y hasta biológicamente necesario, mientras que el amor de pareja es algo que se construye o te construyen a lo interior, que te toca fibras que quizás estaban dormidas o simplemente no sabías que te integraban como persona, que te acompaña en todo momento y te cambia de comportamiento.

El gusto se disfruta y te complace, el amor se vive y te hace crecer. Cuando el gusto no se disfruta, surge la insatisfacción, cuando el amor se aleja o no se tiene, nos visita la nostalgia y su gran amiga: la tristeza. La insatisfacción puede encontrar remedio o bálsamo, la tristeza  solo se cura con verdadero amor o simplemente se encripta latente en el silencio del recuerdo.

Por su parte, la amistad es algo más cercano al amor que al gusto de pareja, aunque son sentimientos muy diferentes y no hay por qué confundir ni emparentar.  A veces la amistad es la primera etapa de un amor pero cuando hubo amor y murió, lo que queda nunca será una amistad natural sino un comportamiento de consideración noble.

Después del amor de una mujer, no hay nada más hermoso que la amistad, decía nuestro inmenso José Julián Martí Pérez, un hombre que amó con tanta intensidad como discreción, y que también cultivó la amistad en su versión más pura y desinteresada.

“La amistad es superior al amor en que no crea deseos, ni la fatiga de haberlos satisfecho, ni el dolor de abandonar el templo de los deseos saciados por el de los deseos nuevos.”

José Martí

O sea, para nuestro cubano mayor la amistad es más imperecedera que el amor, porque los deseos que la motivan están alejados del gusto físico y se alimentan más de la simpatía personal, del compromiso de darse y recibir solidaridad, la amistad incluso a veces se siente como palpable en la distancia, el amor necesita más de la cercanía.

La amistad y el amor son dos grandes sentimientos que hacen verdaderamente nobles y dignos a los humanos, pero no son lo mismo y por lo tanto no hay por qué mezclarlos en una misma celebración o día.

El 27 de abril de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió finalmente invitar a todos los países miembros a celebrar el Día Internacional de la Amistad el 30 de julio de cada año, siguiendo la propuesta original promovida por la Cruzada mundial de la amistad.

En Cuba siempre el 14 de febrero fue el Día de los Enamorados, pero en los últimos años se ha extendido la idea de unirlo a la Amistad sin que medie una razón congruente para ello.

Dejemos el Día de San Valentín  solo para los que aman o aspiran a ser amados, que de por sí es un motivo bastante bello y complejo que por supuesto no cabe en 24 horas, y la amistad honrémosla los 365 días del año aunque le cortemos el cake el penúltimo día de julio.

Por eso hoy, este 14 de febrero, vaya mi felicitación para todos los enamorados de hoy o para los que han sido capaces de estarlo alguna vez en la vida, que ya eso de por sí es condición suprema del ser humano.


Luis Evidio Martínez Díaz

Periodista Graduado en la UH como Licenciado en Periodismo 1991, prefiere el debate y el análisis de los acontecimientos que le circundan.

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