Decir Vilma, es decir mujer cubana
No se puede hablar del valor y el empoderamiento de la mujer cubana sin que no se piense en Vilma Espín, la heroína del llano y la montaña, defensora de los derechos de la mujer y el niño.
Desde el propio Triunfo de la Revolución, Vilma asumió la batalla por erradicar la discriminación de la mujer y eliminar de manera gradual el arraigado machismo en la sociedad cubana. Encabezó la unificación de las organizaciones femeninas constituyendo la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) el 23 de agosto de 1960.
Creó empleos, preferentemente para las mujeres, y poco a poco fue proporcionándoles un protagonismo social y laboral en el país. Con las nuevas políticas en la educación y la salud, se abrieron otras opciones para el sector femenino como cursos de capacitación para que tuvieran acceso a empleos no tradicionales, antaño solo reservados a los hombres.
Se llevaron a cabo múltiples programas que incluían la participación de la mujer en las diferentes esferas de la actividad socioeconómica, política, cultural, militar, científica y deportiva.
Otro de los logros de la batalla por los derechos de la mujer fue la creación de los círculos infantiles, idea esbozada por el Comandante en Jefe Fidel Castro y materializada por Vilma Espín. Con ellos se formaban las nuevas generaciones al tiempo que se ayudaba a la mujer trabajadora.
Presidió, desde su creación, la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, y la Comisión de la Niñez, la Juventud y la igualdad de derechos de la Mujer, de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, creadas el 9 de septiembre de 1990 y teniendo su origen en la de Santa Clara, constituyen un espacio de ayuda económica, psicológica, cultural y espiritual de las mujeres. Estas instituciones han sido durante tres décadas un pilar en la en la lucha por la defensa de la igualdad y la emancipación de la mujer.
El ejemplo de la santiaguera, Vilma Espin Guillois, trasciende este 7 de abril en cada mujer cubana a través de esa dulzura, sencillez, delicadeza, ética, elegancia e inteligencia que la distinguió en todo momento en su lucha por el empoderamiento del sexo femenino
Deja una respuesta