Ministro de Educación Superior: Nadie quedó atrás en el proceso educativo
“En primer lugar, se pensó en preservar la salud de los estudiantes y docentes. Las universidades jugaron un papel fundamental en el enfrentamiento a la pandemia. Más de 15 instituciones adscritas fueron utilizadas como centros de aislamiento”, indicó.
Los jóvenes universitarios –dijo-se sobrepusieron a los riesgos de contagiarse y mostraron valentía en las zonas rojas.
El ministro de Educación Superior agregó que la labor científica e investigativa no se detuvo. “Fue un acierto que demostró su valía. Uno de los aportes más significativos fue el del Centro de Síntesis Química de la Universidad de La Habana que formó parte en la investigación que dio como resultado la vacuna Soberana 02”.
Saborido Loidi destacó la vinculación entre las universidades y las empresas. “Estas conexiones han solucionado problemas en ámbitos como la producción de alimentos, ciencias soluciones, energías renovables”.
“No existen trabas para la aplicación de los resultados de las investigaciones de las universidades. Aunque aún existen demoras en la aplicación de los proyectos”, reconoció el ministro.
Entre los principales desafíos de la Educación Superior –apuntó- se encuentran buscar vías para el aumento de las inversiones en ciencia e innovación. Además, enfocar las investigaciones con enfoques multidisciplinarios y contribuir en la informatización de la sociedad, en particular, la virtualización de la educación sin descuidar una formación socialmente responsable.
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