jueves, 28 marzo 2024

Los pueblos del mundo necesitan soluciones eficaces e inmediatas

Marrero Cruz resaltó cómo los efectos de la pandemia traspasan las fronteras e inciden negativamente en las distintas esferas de la sociedad.

En la voz de su primer ministro, Manuel Marrero Cruz, Cuba se hizo escuchar una vez más en los debates promovidos por el 75 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para hacer notar cómo el impacto global de la COVID-19 ha incorporado otros matices de urgencia al viejo reclamo de reorganizar los compromisos de financiación internacional dirigidos a los países en vías de desarrollo.

Marrero Cruz resaltó cómo los efectos de la pandemia traspasan las fronteras e inciden negativamente en las distintas esferas de la sociedad, con consecuencias más perjudiciales en las naciones referidas, donde se han visto menguadas las capacidades de respuesta a la contingencia epidemiológica.

A los crecientes gastos en salud y a la paralización de la economía y del comercio internacional, se suman otros problemas que no son nuevos, pero que esta enfermedad ha dejado más que nunca en evidencia, como la inseguridad alimentaria, reflexionó.

El Primer Ministro agregó que la situación de crisis mundial se agrava todavía más ante el proteccionismo de Estados Unidos, sus guerras comerciales y medidas coercitivas unilaterales, entre las cuales destacó el bloqueo económico, comercial y financiero de alcance extraterritorial impuesto a Cuba durante 60 años, y que ahora se recrudece para evitar que la Mayor de las Antillas acceda a insumos ­imprescindibles en el cuidado de la salud de su pueblo.

Refirió que los desafíos globales impuestos por la coyuntura actual deben llevar al mundo a procurar soluciones en la misma escala, inclusivas e innovadoras, sin discriminaciones, ni exclusiones políticas, económicas o de cualquier otra índole; un reclamo compartido por muchos países, sobre todo por los más pobres o en vías de desarrollo, ante la urgencia de contar con recursos nuevos y adicionales para enfrentar retos que son comunes.

Aunque patentizó el apoyo de Cuba a las propuestas para el alivio de la deuda externa, Marrero Cruz alegó que «se debe eliminar la impagable deuda externa que cargan los países del Sur», afirmó.

Al concluir, exigió que se cumplan los compromisos internacionales en materia de ayuda oficial al desarrollo, al incremento del financiamiento externo en condiciones justas, así como al acceso a los mercados y las transferencias de tecnologías, y en nombre de los pueblos del mundo, apostilló que necesitan «soluciones eficaces e inmediatas».


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