jueves, 28 marzo 2024

Colombia: Una noche de mortales protestas en imágenes

Desde el 28 de abril, Colombia ha sido el escenario de protestas masivas contra el Gobierno, marcadas por la violencia policial. Según fuentes locales, decenas de personas fueron asesinadas, gran parte de ellas a manos de la fuerza pública. La mayoría de los homicidios fueron cometidos en Cali, la tercera ciudad del país, donde la noche del 3 de mayo fue particularmente sangrienta, como lo muestran muchos videos difundidos en las redes sociales.

Los colombianos empezaron a salir a las calles para denunciar el proyecto de reforma tributaria del Gobierno, criticado por su impacto en las clases bajas y medias, ya fuertemente golpeadas a nivel económico por la pandemia. El 2 de mayo, el presidente Iván Duque anunció la retirada del proyecto. Sin embargo, esta decisión no puso fin a las protestas.

Desde el inicio de las movilizaciones, entre 27 y 47 personas fueron víctimas de violencia homicida, según las fuentes. Además, centenares de protestantes fueron heridos, en parte por armas de fuego, y decenas de personas están reportadas como desaparecidas.

Aunque las cifras de los fallecidos sean distintas de acuerdo a las fuentes de consulta, lo seguro es que han sido particularmente elevadas en Cali. Solo el 3 de mayo, en la noche, al menos cinco personas murieron y 33 resultaron heridas, de las cuales 23 fueron lesionadas gravemente, según las autoridades locales. Indicaron que “de los lesionados graves, la mayoría (fueron) por arma de fuego”. Esa noche, el principal foco de violencia estuvo en los barrios Siloé y La Luna.

Jaime (seudónimo), de 21 años, vive en Siloé. Él hace parte de la “primera línea”, el nombre de los manifestantes que se ponen al frente de las protestas para proteger a los demás de la fuerza pública y enfrentarla – si es necesario – con armas artesanales. Quiso conservar el anonimato por razones de seguridad.

El 3 de mayo, alrededor de las 19:00, fui al barrio de La Luna con dos otras personas para apoyar a los manifestantes, porque sabíamos que había disturbios allá. Cuando llegamos, vimos enfrentamientos entre la “primera línea” y el Esmad [Escuadrón Móvil Antidisturbios, una unidad de la Policía Nacional], en la Autopista Sur. Los manifestantes lanzaban piedras, y el Esmad tiraba gas lacrimógeno y devolvía las piedras. Luego, alrededor de las 20:30, otros policías llegaron y empezaron a disparar con balas, entonces nos fuimos.

Pero la represión policial fue particularmente fuerte en el barrio Siloé, como lo notó Jaime.

Cuando nos fuimos de La Luna, volvimos a Siloé, alrededor de las 21:00, y era igual: la gente tiraba piedras, el Esmad las devolvía y tiraba gas lacrimógeno, en la glorieta, dice.

“Luego, la gente se puso a correr, para huir de la glorieta, porque los policías empezaron a disparar. Vi a una mujer herida, con un tiro en el pecho: la ayudé, llevándola a una casa donde ayudaban a los heridos. También vi a un muchacho viniendo de la glorieta, que tropezó porque recibió un disparo en el pie”.

Fue más o menos en ese momento que mataron a Kevin Angulo, un joven que conocía mi primo (su muerte fue confirmada por la ONG Indepaz). Cuando lo vi, estaba en el piso, con sangre, rodeado de personas. Algunos lo llevaron en moto, para ver si era posible salvarlo. Al lado suyo, había otro muchacho con sangre, en el piso: no sé si sobrevivió. Sentí impotencia en ese momento.

Marlon Megudan, de 23 años, es periodista deportivo en una emisora de radio local. Vive en Siloé, como Jaime.

El 3 de mayo, fui a un velatorio en la glorieta de Siloé, alrededor de las 17:00, organizado por el tema de las personas que murieron desde el 28 de abril. Había centenares de personas: niños, ancianos… El ambiente era agradable.

Pero más tarde, el Esmad llegó y, de un momento a otro, empezó a tirar gases lacrimógenos a discreción. Entonces, algunas personas empezaron a defenderse y muchas huyeron, como yo.

El 4 de mayo, la portavoz de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos dijo que estaban “profundamente alarmados” por los acontecimientos ocurridos en Cali, “cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes (…) matando e hiriendo a varias personas”.

En los últimos días, varios videos grabados en Cali mostraron a policías con armas de fuego. Por ejemplo, en el video que está a continuación, se puede ver a los oficiales con fusiles Tavor de calibre 5,56 mm, como lo confirmó un experto en balística a nuestra redacción: “Estas armas se usan solo con municiones letales, con un propósito militar, y no en un contexto de protestas”.

Con respecto a las cifras de muertos desde el 28 de abril, las ONG Indepaz y Temblores publicaron un informe común el 8 de mayo, que indica que 47 personas han sido asesinadas, de las cuales 39 han sido por violencia policial. Según la ONG Defender la Libertad, “32 personas fallecieron presuntamente por el accionar de la fuerza pública y/o civiles sin identificar”.

En cuanto a las autoridades, la Defensoría del Pueblo informó que ya se registraron 27 fallecidos.

A pesar del retiro del proyecto de reforma tributaria, las protestas continúan en Colombia, debido a un descontento generalizado: rechazo de las violencias policiales, de las desigualdades, de la corrupción, de los asesinatos de líderes sociales y de excombatientes, entre otros. Como lo explica Marlon Megudan, el proyecto de reforma tributaria solo fue la gota que colmó el vaso.

(Tomado de France 24)


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