viernes, 19 abril 2024

Maquillaje, más allá de la cosmética

Maquillarse sigue siendo un arte que traspasa el ámbito de la cosmética e incluye instinto, destreza, sentido común y cierta dosis de talento.

Maquillarse sigue siendo un arte que traspasa el ámbito de la cosmética e incluye instinto, destreza, sentido común y cierta dosis de talento.

El acto de maquillarse constituye para muchas mujeres, y también algunos hombres, un verdadero placer. Sin embargo, para otros-tanto hombres como mujeres, constituye una verdadera tortura. Usar correctamente lápices, polvos, compactos, delineadores, pinceles y máscaras requiere intuición y buen gusto, pues de su adecuado uso o no, depende que el acabado final oscile entre lo natural y lo risible. De ahí el temor de algunos a adentrase en tan “trabajoso” quehacer. Por ello aquí van algunos tips a tener en cuenta.

En el caso de las mujeres, resulta primordial resaltar labios y ojos, los cuales deben siempre estar muy bien definidos. Pero importante, jamás deben rivalizar entre ellos, de ahí que en horario nocturno sean los ojos los que deben ser el centro, mientras que en las tardes, los labios deben llevar el protagonismo.

Para aquellos de tez clara, no son recomendables las sombras azul pálido, sino que deben recurrir a los tonos salmón, bermejos, los rosas oscuros y los ocres. Por su parte la tez trigueña debe auxiliarse de colores terrosos.

En el caso de los labios, contrario a la creencia actual de llevarlos todas en tonos bien fuertes, es necesario tener en cuenta su tinte natural. Los labios pálidos exigen una tonalidad parecida pero ligeramente más fuerte, pero nunca rojo. En cabio, los más rosados, soportan el mismo tono y todos los intensos. Ya en horario nocturno es recomendable el uso de tonos profundos para el labio superior, y uno más suave para el inferior. El resultado resulta bastante atractivo.

Respecto a las bases, deben ser semitransparentes y del mismo color de la piel. Un truco interesante consiste en aplicarlas con una esponjita humedecida o directamente con los dedos para corregir las imperfecciones de la piel de forma natural. Una vez finalizado, se debe vaporizar el área con agua fresca y dejar secar.

El próximo paso se centra en el polvo y en el colorete. El primero no siempre es necesario, pero en caso de usarlo, debe aplicarse en una capa muy fina. El segundo, por su parte, debe emplearse sobre todo para levantar el pómulo, siempre con movimientos ascendentes y hacia afuera, cosa que se logra a la perfección si se sonríe, así quedan bien delimitadas la áreas altas del rostro.

Lo cierto es que en cuestión de estética todavía no está dicha la última palabra, pero lo cierto es que seguir al pie de la letra las últimas tendencias no siempre es el mejor camino. El secreto consiste en adaptar los estilos al tipo de cada persona y a sus preferencias, porque la última palabra sólo la tenemos nosotros mismos.


Carmen Milagros Martín Castillo

Periodista Licenciada en Periodismo por la UCLV 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán, amante del universo digital.

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