martes, 26 marzo 2024

La moringa, más allá de un sabroso té

Siempre la conocí como flor de tilo, así la llamaba mi abuela y posteriormente mi madre. Ambas le daban un poder curativo esencial ante cualquier desequilibrio emocional, ese al que hoy llamamos, estrés.

Siempre la conocí como flor de tilo, así la llamaba mi abuela y posteriormente mi madre. Ambas le daban un poder curativo esencial ante cualquier desequilibrio emocional, ese al que hoy llamamos, estrés.

Siempre la conocí como flor de tilo, así la llamaba mi abuela y posteriormente mi madre. Ambas le daban un poder curativo esencial ante cualquier desequilibrio emocional, ese al que hoy llamamos, estrés. 

Hace unos años escuche hablar de la Moringa y también de otras propiedades más allá de combatir el estrés.

Según muchos textos, esta especie de árbol de climas tropicales cura varias enfermedades como diabetes, hepatitis, hipertensión, bronquitis, asma, tos, envejecimiento, cáncer, artritis, problemas de riñón e hígado, tuberculosis, problemas del ojo y de la piel, anemia, menopausia, epilepsia y enfermedad cardíaca, entre otros padecimientos.

La moringa puede consumirse tanto fresca como seca. Fresca, las hojas tienen sabor algo fuerte, su uso se limita a cocina en guisos, sopas y ensaladas. La obtienes en mercados especializados o directamente del árbol.

Seca, es la presentación ideal ya que al estar deshidratada, concentra sus propiedades y es de agradable sabor y aroma, como infusión La moringa seca debe ser de un color verde vivo para garantizar que fue correctamente secada y mantiene sus propiedades, un verde oscuro casi marrón es señal de mala calidad.

Sus hojas pueden comerse crudas o cocinadas, similar a la espinaca, en algunos países las semillas de las vainas inmaduras se preparan como las judías verdes, mientras que las semillas de las vainas maduras se cocinan como guisantes o pueden ser asadas como las nueces.

Realmente a mí me conforta tanto el té de hojas como de sus flores ante el insomnio, aunque algunos expertos dicen lo contrario, me calma y duermo como un bebé, y de esa manera lo recomiendo. Lo mismo una infusión de sus hojas y flores verdes, que secas.


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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