martes, 26 marzo 2024

John, un miembro de mi familia que ya se hace imprescindible

Una mascota lleva al hogar en ocasiones por azar, en otras bien pensado, sin embargo, de cualquier manera, se hace imprescindible en nuestras vidas y contribuye al bienestar familiar.

Una mascota lleva al hogar en ocasiones por azar, en otras bien pensado, sin embargo, de cualquier manera, se hace imprescindible en nuestras vidas y contribuye al bienestar familiar.

John, a pesar de ser un perro, es un miembro más de mi familia, aunque no comparto con él todo el tiempo que realmente deseamos y necesitamos ambos, es un buen compañero y sé que me acompaña y defiende.

Me refiero a mi mascota, esa que a pesar de no haberla elegido yo, sino ser impuesta por otros miembros de mi familia, hoy lo adoro y está bajo mi cuidado, o mejor dicho nos cuidamos ambos.

Una mascota es un animal domesticado por el hombre que convive y se conserva a su lado. Los más conocidos, populares y numerosos son los perros y los gatos. Estos y otros animales se integran a las familias en una relación saludable y de respeto a la vida animal.

A mí me encantan también los gatos y he compartido la vida con algunos. También son muy cariñosos y fieles. En el caso de John su lealtad va más allá a la de un ser humano, al menos eso creo.

Pienso que, si alguien quiere tener una mascota, debe hacerse responsable de brindarle durante toda su vida alimento, agua, un entorno saludable, y todo tipo de cuidados, que, a decir verdad, a veces me cuestiono las que les doy a mi perro e intensifico sus cuidados.

A pesar de que John es muy majadero y no porque ya sea un perro viejo, siempre lo fue, y por ese motivo llegó a nuestras vidas, me saca de preocupaciones y hasta de estrés. A veces creo que él siente cuando yo necesito alguna distracción y allá va a buscar la manera de jugar y sacarme de angustias, presiones, y otras situaciones estresantes.

Por eso aseguro, que es importante buscarlos no solo para disfrutar de su compañía cuando necesitamos de ellos, sino atenderlos, cuidarlos mimarlos también cuando ellos te necesitan. Digamos una relación recíproca.

Numerosos estudios aseguran que la presencia de una mascota en el hogar puede mejorar la calidad de vida y contribuir a mejorar la salud física y mental de las personas. Tanto niños, jóvenes y adultos se refugian en estos animalitos para dispar sus penas y pasarla bien.

Ellas nos brindan diversión y compañía, su presencia tiene un impacto positivo en la salud física y mental de las personas, posibilitan que la calidad de vida y la sensación de bienestar crezca. 

Volviendo a John, hace un tiempo le regale un peluche pensando en que yo no le doy toda la compañía que en ocasiones necesita y descubrí lo agradecido que está con su regalo, cada vez que me ve, lo busca y me invita a jugar. De noche no se separa de él para dormir. Mi John también tiene su mascota.

Cuando me refiero a John como miembro de mi familia en ocasiones hasta rio, y recuerdo que además del nombre en casa se le puso apellidos, John fue bautizado con Martínez y Machado porque fue llevado a casa por mi hija y su esposo. De ahí que en ocasiones escucho decirle Martínez en vez de John a la hora de llamarlo.

Al llegar a casa salta de felicidad por verme y eso me cambia totalmente el ánimo. Puedo estar cansada y estresada, pero al ver cómo me recibe y luego como reclama que no vuelva a salir, me hace feliz.

Muchas son las anécdotas que atesoro en relación a mi mascota y estoy convencida que todo el que tiene una guarda bellos recuerdos de su interrelación con ella y del bienestar que trasmiten.

Pero es importante tener en cuenta también que no son un juguete que se toma o se tira a nuestro antojo. Ellas también necesitan atención y cuidados, y en eso ahondaremos luego.


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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