martes, 26 marzo 2024

Café, delicioso olor y placentero sabor

Un café mañanero es una de las mejores sensaciones que me produce este néctar desde el mismo instante en que lo preparo, eso sin expresar cuanto disfruto al beberlo.

Un café mañanero es una de las mejores sensaciones que me produce este néctar desde el mismo instante en que lo preparo, eso sin expresar cuanto disfruto al beberlo.

No es asunto de dependencia a la cafeína, sino de cuánto estimula mi amanecer esta deliciosa bebida. A decir verdad, no es solamente a esa hora que me inspira “el néctar negro de los dioses blancos” como alguien ya lo ha bautizado, sino que realmente es propio para compartir con amistades, entablar una animada conversación y reanimar el estado de ánimo después de largas horas de trabajo y de las cuales aún queda un trecho por andar.

Es cierto que produce dependencia y que su consumo más de lo normal puede acarrear problemas de salud.  Sin embargo, beberlo con medida también trae beneficios. Sus altas propiedades estimulantes y antioxidantes generan un efecto protector ante determinadas enfermedades, incluso cancerígenas; según explican estudiosos del tema.

Su delicioso aroma, su sabor y el estímulo que producen sus sustancias atraen a los consumidores. Por esta razón se consume sobre todo por la mañana, o durante las horas de trabajo, y a veces de noche, por aquellos que necesitan permanecer despiertos y concentrados. Aun cuando los olores, sabores y propiedades dependen en gran medida del tipo de café, todos producen sensaciones agradables al paladar y a la salud al tomarlo con cierta racionalidad.

Estudiosos del famoso arbusto relacionan que su consumo moderado (de hasta 5 o 6 tasas al día) son beneficiosas para reducir dosis de radiación al cuerpo y que aquellos que beben más café tienen menos probabilidades de padecer demencia y Alzheimer que los que no lo toman.

Después de leer artículos del famoso tecnólogo radiológico Josué Falcón, quien trabaja con un grupo de científicos en Puerto Rico, que aseguran según mi interpretación, que el café es un neuroprotector y preventivo de la demencia porque su contenido pudiera frenar el estrés oxidativo de las neuronas, me sumo a estos criterios, quizás atrapada ya por en gusto hacia ese grano.

También existen otros estudiosos que demuestran que su consumo reduce el riesgo de padecer Parkinson y la gota; y que su consumo aumenta la eficacia de los analgésicos especialmente los que actúan contra el dolor de cabezas y que es un antidiabético sobre todo de tipo II. Existen además criterios que el café es antineoplásico, broncodilatador, cardioprotector, y que puede ser utilizado como laxante y diurético.

Aun cuando todo esto está en estudio, coincido que una dosis moderada de este delicioso néctar me hace mucho bien y por supuesto es mi bebida preferida pues no tomo alcohol. No obstante, en mi caso, no abuso de su consumo, no lo bebo a pocas horas antes de ir a la cama porque me produce insomnio, cierta ansiedad e irritabilidad y hasta su exceso, alteraciones digestivas. Y aunque la adicción a la cafeína no genera riesgos tan graves para la salud como otras drogas, no aconsejo una adicción a esta bebida, pero sí en pequeñas dosis beneficia la salud, porque como todo, ¡en exceso hace daño!

Si usted gusta tanto como yo del delicioso néctar y siente placer al beberlo, no deje de consumirlo, pero como ya dijo alguien ¡siempre con una dosis exacta!


Aliuska Brizuela Vega

Licenciada en Periodismo Licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana 2012. Editora del sitio web de Telecubanacán y amante de la literatura.

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