Efectivos y a la mano

¿Quién desconoce el significado y la práctica del dicho proveniente de la conquista española y herencia taína de “a falta de pan, casabe”? Podría asegurarse que del refranero popular cubano, es uno de los más recurrentes y no se asocia al conformismo, sino que obliga e invita a buscar soluciones.

Larga se hace la lista de sustitutos creativos, y entre los “no hay” se encuentran los repelentes contra mosquitos y jejenes que en concentración molesta, permanecen en acecho constante con presencia acentuada en el caluroso verano.

Y ahí aparece lo que sí tenemos a la mano como el casabe: plantas cuyo olor fuerte repele a los fastidiosos insectos transmisores, además, de enfermedades.

Según búsqueda bibliográfica y saberes populares, plantas como la caña santa, salvia, eucalipto, ruda, albahaca considerada la más poderosa, todas sin contraindicaciones para la aplicación en la piel; son efectivas como repelentes naturales y caseros.

Estos se preparan de manera muy sencilla: hervir en medio litro de agua cinco a siete hojas de caña santa, salvia, un poco más de eucalipto o ramitas de ruda y albahaca. En vasos desechables, se coloca la solución en habitaciones o se aplica con atomizador. También puede usarse (hojas y pequeñas ramas preferentemente la parte leñosa) como incienso para aromatizar el ambiente. Muy usada resulta la solución de vinagre y agua a partes iguales para aplicarla de igual forma.

El ingenio popular y prácticas ancestrales dan fe de otras tantas plantas con efectos similares y a la mano, que como el casabe asumido por los conquistadores españoles a falta de trigo, mitigará la ausencia del repelente industrial.