lunes, 16 septiembre 2024

Alayo y Noslen bailaron samba y nosotros con ellos

Si no lo vio en vivo, a las 6 de la mañana, hora de Cuba, quizás salte, remate, defienda y bloquee con lo que puedan describir estas letras. Pero algo sí les adelanto, pase lo que pase en el futuro, lo que vienen haciendo Jorge Luis Alayo y Noslen Díaz en el voleibol de playa en estos Juegos Olímpicos es lo mejor de nuestra delegación en una semana.

La segunda presentación de esta dupla fue una mezcla feliz de lo que todo deportista desea en este concierto olímpico. Bailaron samba, tomaron revancha de la final de los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, disfrutaron cada punto como si no enfrentaran a la segunda pareja del ranking mundial y como si no les bastara, se echaron de acompañantes fieles al público francés, que llegó a corear Cuba, Cuba, Cuba, pues no pasaban de 30 cubanos los que gritaban contra más de 200 brasileños.

Los favoritos Andre Loyola y George Souto conocían de la primera victoria de los nuestros sobre la dupla estadounidense, pero así y todo entraron al juego convencidos que la lucha sería fuerte, pero la samba se impondría al son. Por supuesto, no contaban que Alayo sería la muralla infranqueable con bloqueos una, dos, tres veces seguida, y que Noslen defendería las bolas más increíbles, al tiempo que marcaba los remates más agudos y las jugadas de engaño más acertadas en su joven carrera.

Los marcadores 21-13 y 21-18 dicen claramente que jamás los ya “eléctricos de la delegación cubana” perdieron el rumbo y la guía del juego. En los 37 minutos que duró el partido no dejaron de sonreír, darse ánimos y disfrutar cada idea estudiada. ¿Quién dijo que esa dupla era invencible? Nada mejor que sacarse ahora la espina de plata con que terminaron en los Panamericanos de Chile hace exactamente ocho meses.

Alayo y Noslen vienen demostrando lo que muchas veces escribimos y excepcionalmente se cumple. No hay nada más poderoso en el deporte que la inspiración, la concentración, el poder mental y la fuerza insustituible de no rendirse por mucho linaje que tenga el contrario. Ya lo hicieron primero ante los estadounidenses, ahora lo repitieron contra los sudamericanos y en el cierre contra la dupla marroquí no deben tener problemas para terminar invictos.

La juventud de estos muchachos, la humildad en sus declaraciones y la única creencia en el juego diario, punto a punto, hacen que aquella imagen de “estatuas de arena” con que graficamos su subtitulo continental vuelve otra vez a nosotros. Y ahora un poco más compartida, pues la cercanía de una presea olímpica va también en ese molde para ellos.

Noslen se comunicó inesperadamente por facebook con este periodista para agradecer la crónica anterior y preguntar por la foto utilizada. Evacuada su duda y agradecido de la gentileza de sus letras en medio de la competencia, el joven voleibolista me regaló una frase que guardaré como un talismán: “gracias por publicar y confiar en nosotros”.

Solo olvidé decirle que no soy yo solo. Cuba confía en ellos.

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