Una Rosa del mundo
Desde entonces, los escenarios se convirtieron en su medio natural: la opereta, el teatro, el cine, el mundo…no conoció de fronteras para expresarse, vivió, amó y actuó intensamente. Una mujer hermosa, con una personalidad cautivante y una luz que la convirtió en mucho más que la Vedette de Cuba.
Conocer de su muerte duele, duele saber de su ausencia, sentir que no está…a pesar de que los años ya la habían alejado de los escenarios, ahora la tristeza se impone porque un día llegó con su talento y esa sonrisa y plantó bandera, llegó a la vida para ser estrella, flor, rosa del mundo.
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