Una poetisa indisolublemente ligada a Martí

El reconocimiento y gran premio a la brillante pluma de la ilustre quemadense, constituyó el premio de aplicación de ese curso escolar y  fue otorgado por el Seminario Martiano a la quemadense que trasciende a su tiempo, por su obra poética que la mantuvo indisolublemente unida por su prosa,  a la vida y obra del Héroe Nacional de Cuba.

Aunque más de un siglo nos separan del nacimiento de esta excelsa y destacada poetisa quemadense que fue fundadora de la asociación de los antiguos alumnos de la Fragua Martiana  y una de sus más brillantesdiscípulas, queda la evidencia histórica en su pueblo natal de  sus publicaciones,  que tuvieron el honor ver la luz  en Patria, fundada por José Martí en el año 1892, en Nueva York.

En cada uno de sus versos, esta mujer,  patriota, cubana y quemadense,  que se adelantó a su tiempo, nos regala la  pasión encendida por la vida y obra fecunda del más universal de los cubanos, al que califica como un hombre de rara grandeza, el verbo de Cuba luchadora.

Entre sus publicaciones, estepoema

A Martí

Son alas tu virtud y tu grandeza

Tanto al nivel te elevas de lo humano

Que pareces montaña junto al llano

En los aires luciendo su realeza.

Tu sentimiento, de sin par pureza

Como patriota de su himno ufano

No supo nunca, ni al león hispano

Cometer un asomo de vileza.

Aunque la poetisa quemadense Luisa Alejandra tuvo el privilegio de nacer en el seno de una de las familias más acomodadas del municipio, siendo la hija del primer alcalde del pueblo, se dice que  de su padre heredó el fervor patriótico y la vocación de martiana,  que bien lo supo plasmar en  su poesía y su prosa; en los poemas dedicados a Martí esta mujer  hace justo homenaje a la figura del Apóstol y la fuerza inmortal de su ideario.

Según recoge la historia local,  la quemadense, a los diecinueve años de edad, partió de su tierra natal a  cursar estudios a la capital del país, donde tuvo el honor de graduarse como Doctora en Farmacia en el año 1920, en la Universidad de la Habana.

Según fuentes históricas, visitó su terruño en el año 1961, la pena por la separación de su hija que decide emigrar a los Estados Unidos la consume, y aunque a ciencia cierta no se conoce el lugar donde descansa su cuerpo,  en su tierra natal permanece  inmortalizada,  por ser la poetisa quemadense que supo tocar con su verso la dimensión exacta de Martí.