Estridencia con elegancia

Pueden parecer muy diferentes, pero ya está demostrado que una banda de rock y una orquesta sinfónica, si se combinan con gusto, el resultado es espectacular. Son pocos los tipos de música que han tenido encuentros y han compartido armonía. Tanto uno como otro género tienen en común sentimiento, pasión y energía.

Pueden parecer muy diferentes, pero ya está demostrado que una banda de rock y una orquesta sinfónica, si se combinan con gusto, el resultado es espectacular. Son pocos los tipos de música que han tenido encuentros y han compartido armonía. Tanto uno como otro género tienen en común sentimiento, pasión y energía.

Podemos ver la influencia de la música clásica en bandas de rock como Apocalyptica, agrupación formada en 1992 en Helsinki, Finlandia. Cuatro amigos violonchelistas graduados de la academia de música clásica “Sibelius”, hacían versiones de sus bandas favoritas por diversión. Solo tocaban en fiestas y frente a sus amigos, luego en clubes, hasta que en 1995 un representante de la discográfica Zen Garden, los invitó a grabar un álbum, Plays Metallica by Four Cellos, que en la actualidad es muy conocido.

Otro ejemplo de la unión de guitarras eléctricas y violines se ha dado por reconocidas bandas que han grabado discos o se han presentado en concierto junto a una orquesta sinfónica. Metallica en abril de 1999 en directo junto con la Orquesta Sinfónica de San Francisco, Deep Purple a finales de ese mismo año junto a la Orquesta Sinfónica de Londres. En el 2000 Scorpions se une a la Filarmónica de Berlin iniciando el primer concierto de una pequeña gira promocional del grupo.

Puede que pocas personas vean en la estridencia del metal y el heavy la existencia de puntos de encuentro con la elegante música clásica. No obstante, la relación está dada desde los propios inicios del rock, que mantiene elementos de la música erudita en las estructuras musicales de piezas como Wish You Were Here de Pink Floyd que son bien acogidas en la actualidad