jueves, 28 marzo 2024

Cintio Vitier siempre presente

Se cumplen 101 años del natalicio del autor de Ese sol del mundo moral.

«El mejor homenaje que le podemos hacer a Cintio (Vitier) es leerlo todos los días y seguir resistiendo como país, seguir luchando por nuestra soberanía y autodeterminación. Hay que acercarse no solo a su poesía y ensayos, sino también a sus escritos sobre la vida y obra de José Martí», dijo la doctora Marlene Vázquez Pérez, directora del Centro de Estudios Martianos, en el acto de recordación a ese intelectual imprescindible de la cultura cubana, en el aniversario 101 de su nacimiento.

«Hoy todos los cubanos deberíamos leer su Discurso de la intensidad, un texto en el que, con gran lucidez, advierte lo que nos podría suceder si dejamos perder todo lo que hemos logrado en nuestro devenir histórico», manifestó Vázquez al referirse al legado de uno de los más apasionados estudiosos del Apóstol.

Como parte de la jornada de homenaje al poeta y narrador, fundador de la revista Orígenes, se dieron a conocer los ganadores del Premio de la Crítica Cintio Vitier-2022, en los géneros de artículo, ensayo y monografía, los que recayeron, respectivamente, en El Partido Revolucionario Cubano en Jamaica, de Karel Pérez Ariza e Irina González Navarro, ambos de la Universidad de Matanzas; Los clubes revolucionarios en Las Villas Occidentales (1895-1898), de Adriana Mani Benítez, de Villa Clara, y Nereyda Emelia Moya Padilla, de Cienfuegos; y José Martí, los tiranos y seis novelas terribles, de David Leyva González, investigador literario del Centro de Estudios Martianos.

El jurado otorgó una mención especial en el género de artículo a José Martí y la identidad nacional en Patria: fragua de cubanía, del máster en ciencias Jorge Hernández Álvarez, de Prensa Latina.

En la conmemoración también se presentó el libro Manuel Pedro González, apasionado seguidor de José Martí, de la catedrática cubana Elsa Vega Jiménez, publicado por Ediciones Abra Canarias Cultural.

Manuel Pedro González y el autor de textos indispensables como Ese sol del mundo moral, mantuvieron una estrecha amistad, fundada –sobre todo– por el vínculo inexpugnable que crea el adentrarse en la vida y obra del más universal de los cubanos.

«A Martí –dijo alguna vez González–, hay que seguirlo por sus enseñanzas». Cintio lo sabía. También lo siguió.


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