miércoles, 24 abril 2024

Padecer Diabetes Mellitus no es una sentencia de muerte

Cada 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes y se reúnen millones de personas en más de 160 países para aumentar la concienciación sobre esta enfermedad. Niños, jóvenes y adultos afectados por ella, profesionales sanitarios, individuos con poder de decisión en materia sanitaria y los medios de comunicación, juntan su accionar para enfrentarla.
La diabetes es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia. Foto: Cubadebate
La diabetes es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia. Foto: Cubadebate

Hace unos años debuté con la enfermedad. En un inicio sentí cierto temor, siempre escuché lo difícil de la Diabetes Mellitus para la salud y las complicaciones que trae de no ser tratada a tiempo y no llevar una vida con medida a la hora de la alimentación.

Los primeros tiempos arrecié en el cumplimiento del tratamiento y las restricciones en la alimentación, luego comprendí que con medida se puede llevar una vida plena y comer de todo con moderación.

En mi familia varios heredamos el padecimiento, específicamente el tipo I, y en cada uno es diferente y de ello depende hasta la manera de llevar la vida, creo yo. Y por supuesto, cada uno tiene su propio tratamiento en correspondencia con sus otros padecimientos y su organismo.

Conozco varias amistades que la sufren y en cada una las manifestaciones son diferentes, aunque considero que en ello influye la disciplina con que enfrente la alimentación y la vida misma.

En una ocasión entrevisté a dos personas con ese padecimiento y ambos coincidían que a partir de su debut, la vida les había cambiado. Ambos entrevistados en diferentes escenarios y con diferentes edades coincidían que comenzaron con pérdida de peso sin causa aparente y mucha sed.

En mi caso lo descubrió un médico especialista en medicina interna, el doctor Tomás Tápanes, al realizar unos exámenes de laboratorio complementarios que arrojaron glicemia elevada y que mandó a repetir luego de un interrogatorio médico, donde fue verificado el resultado.  

Armando, uno de mis entrevistados de 64 años de edad, debutó hace poco más de un año, y además de tener el antecedente familiar coincidió con la pérdida de peso, la sed constante y un malestar difícil de definir más allá de un agotamiento físico que él culpaba al exceso de trabajo y el estrés que este le provocaba.

Por azar aceptó una prueba de su vecina un día que llegó a su hogar sintiéndose mal. Ella cuenta con un glucómetro por padecer la enfermedad y descubrió cifras tan elevadas que terminó con dos sueros en el policlínico de su área de salud y un chequeo médico que lo corroboró.

Ahora tengo que cuidarme y alimentarme distinto, acotó. Aunque a veces lo olvido, y para ser sincero hasta violo las reglas de la alimentación, pero de inmediato vuelvo a la normalidad, sentenció.

 Muchas personas que padecen diabetes coinciden con haber creado las habilidades necesarias para enfrentarla y no dejarse vencer. Alimentación sana, poca o ninguna azúcar en su dieta diaria, la realización de ejercicios físicos sistemáticos y llevar una vida alejada del estrés, son puntos coincidentes entre todos.

La Diabetes Mellitus es un conjunto de trastornos metabólicos, cuya característica común principal es la presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la sangre de manera persistente o crónica y  puede acompañarse de otras anormalidades en el metabolismo; de ahí la importancia de conocerla y ser estricto en su tratamiento. Existen dos tipos, clasificados como tipo I y tipo II.

Aun cuando mi interés no es hablar de cifras porque cada año se incorporan más enfermos, sí deseo destacar que en Villa Clara existe un control estricto de los enfermos por áreas de salud y para descubrir otros que quizás lo padezcan y no lo sepan aún.

El área perteneciente al consultorio 20- 22 del policlínico Marta Abreu en el Reparto Riviera de Santa Clara cuenta con 86 diabéticos, ninguno infantil. Haydee López García, especialista en Medicina General Integral de ese consultorio asegura que la enfermedad lleva una valoración adecuada y un seguimiento sistemático.

López García explicó que dos consultas al año por parte del equipo básico de salud, las visitas de terreno y una consulta integral una vez al año por parte de un conjunto de especialistas (clínico, podólogo, dermatólogo, nutrición, endocrino y oftalmólogo figuran entre ellos). La atención primaria de salud juega un importante papel en el descubrimiento de nuevos casos y en su tratamiento acotó.

Para esta especialista resulta imprescindible para el diabético cambiar de inmediato su estilo de vida y concientizar que solo así puede llevar una vida plena sin otras complicaciones de salud.

También existe la casa del diabético a la que cada año acuden cientos de enfermos, los que además de recibir un minucioso estudio por parte de algunos especialistas, reciben conversatorios y métodos para aprender a convivir con la enfermedad, me explicó Elba Rodríguez Vascáncel, jefa del departamento de asistencia médica de la institución.

La experiencia de esta casa por más de una década habla por sí sola de la recuperación y el control emocional de los que allí asisten, y aprender a hacer que su vida sea mas llevadera. Más del 85 % se adaptan a padecerla y aprenden a llevar un control estricto sobre ella.

Rodríguez Vascáncel acotó que el sexo más afectado es el femenino con edades comprendidas entre 50 y 59 años, seguidas por 60 y más años de edad.

En este 2020 el centro dejó de prestar sus servicios  de hospital de día como de costumbre, motivado por la COVID -19, y se mantuvo solo atendiendo urgencias, pero el resto del año y las estadísticas hasta este noviembre, arrojan más de 490 pacientes divididos en diferentes grupos que asisten cada semana, siempre cumpliendo con las medidas sanitarias establecidas para evitar el contagio de coronavirus.

Aquí aprenden patrones de vida diferentes acordes a su padecimiento, los que incluyen hábitos alimenticios y la práctica de ejercicios físicos, entre otros, concluyó Rodríguez Vascáncel.

Los pacientes que necesitan hospitalización porque debutan con altos índices de glicemia y otros padecimientos asociados son remitidos al Hospital provincial Arnaldo Milian Castro o al José Luis Miranda, este último si corresponden a edades pediátricas, donde son atendidos por los especialistas competentes.

Sobre la Diabetes hay un mundo por aprender, cada tipo tiene sus requerimientos y su tratamiento, la pronta asistencia médica ante cualquier síntoma descubre la enfermedad y su procedimiento para evitar otras consecuencias derivadas de la enfermedad.


Eleonora María Flores Pedraza

Periodista Licenciada en Historia y Ciencias Sociales 1984, muestra interés por el periodismo y los problemas de la sociedad.

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