Por una mejor atención médica al pueblo
La pandemia de la COVID-19, unido a la sostenida falta de recursos, medicamentos e insumos médicos, han sido factores que han menguado la atención médica en Villa Clara durante el último año. Sin embargo, a pesar de ello, y a las constantes presiones del bloqueo económico, la voluntad y el propósito del sector de la salud pública ha sido siempre elevar la calidad de la atención médica, y con ella la esperanza de vida en el territorio.
La atención primaria de salud continúa siendo una de las debilidades donde se requiere incrementar la resolutibidad de los consultorios médicos. En este sentido hay que trabajar para lograr una mayor permanencia del médico y la enfermera del consultorio, quienes tienen que identificarse más con la comunidad y sus problemas de salud. Se requiere continuar trabajando en el mejoramiento de las condiciones estructurales de los consultorios y en el completamiento de los grupos básicos de trabajo(GBT) .
El plan de cirugías fue uno de los indicadores afectados durante el pasado año por problemas objetivos, sin embargo se priorizaron las urgencias y emergencias, realizándose en el territorio algunas de alto riesgo que constituyeron un referente en el país .
Deprimido estuvieron y aún están los servicios estomatológicos, asunto que hoy encuentra solución para las urgencias en las diferentes áreas de salud.
La actual situación de la pandemia obligó a reorganizar los servicios de atención secundaria, incumpliéndose -por razones objetivas-, la actividad quirúrgica, las consultas externas y el programa de digitalización de la red hospitalaria.
Aun cuando la provincia mostró el pasado año una discreta mejoría en el enfrentamiento al mosquito aedes aegypti, se mantiene un elevado índice de infestación por el vector, así como insuficiencias en el trabajo de la campaña antivectorial y en el completamiento de la fuerza laboral de la misma.
El programa de prevención de cáncer requiere de un mayor trabajo desde la atención primaria de salud y desde el método clínico para el diagnóstico temprano de la enfermedad, y reducir los índices de mortalida.
Alentador resulta en medio de un complejo panorama epidemiológico, que Villa Clara estuvo en el 2020 entre las provincias a la vanguardia en el programa materno infantil. Incrementó la obtención de embarazos clínicos con un total de 420 embarazos para 47.8% de un total de 878 parejas atendidas por primera vez en las consultas de infertilidad.
El territorio disminuyó la mortalidad del adulto mayor entre los 60 y 74 años, y alcanzó la mayor tasa de donación de órganos del país con 20 trasplantes renales, diez de córnea y 4 de médula ósea.
Mantuvo además un ininterrumpido enfrentamiento a la Covid-19 dentro y fuera del país siendo meritoria la actuación de todo el personal vinculado a esta tarea.
Argumentos que sirven de referencia al sector de la salud, comprometido durante el 2021 a elevar el nivel de satisfacción de la población con los servicios médicos y a trabajar sobre los aspectos subjetivos que en muchas ocasiones empañan la obra de la salud pública cubana .
Y sí, hay mucho que mejorar todavía. Sobre todo en el Hospital Arnaldo Milián Castro. Por solo poner un ejemplo, este 24 de febrero estuve tres horas y medias en el cuerpo de guardia para ver a un ortopédico debido a una fractura en la mano. Habían varias personas pero no tantas para esa demora en la atención. Muchos con dolor se quejaban y la única respuesta de la señora q anotaba en la lista para ser atendido era que había q seguir esperando. Por cierto una señora de muy "malas pulgas" como se dice en buen cubano. En esas tres horas y medias pasó de todo. El custodio y la señora q anotaba se gritaron grocerías delante de los pacientes. Llegó la policía a intentar calmar a las personas. Luego se fue. Los pacientes siguieron esperando. Después una mujer no pudo aguantar más el dolor y se coló diciendo q no podía esperar más. Salió de consulta con un yeso en el pie. Así, entre el dolor en la mano, la desesperación de los pacientes y la cara de pocos amigos con el q la señora q anotaba decía: hay q seguir esperando, pasó el tiempo y pasó, y se pudo entrar a ver al médico. El final, una tablilla en la mano a causa de la fractura. Lo peor, la indignación.