La pesquisa exige mayor rigor
La pesquisa activa es una tecnología sanitaria que incluye acciones diagnósticas tendentes a identificar el estado de salud individual en grupos de población, con la finalidad de establecer los factores de riesgo existentes y descubrir tempranamente la morbilidad oculta para la atención médica oportuna.
En Cuba se ha utilizado con muy buenos resultados en el pesquisaje de enfermedades como la tuberculosis, el cólera, el dengue y ahora con la Covid-19.
Desde que inició la pandemia en Cuba, esta es una de las vías para contener la cadena de contagio por el SARS–CoV–2. En Villa Clara ha crecido cuantitativa y cualitativamente. A los estudiantes y profesores de la Universidad de Ciencias Médicas se han unido los trabajadores de las diferentes áreas de salud, así como de otros organismos.
Sin embargo, esta es una herramienta que hay que pulirla para no dejar brechas al nuevo coronavirus.
La falta de sistematicidad en la pesquisa y en algunos lugares del territorio la ausencia de la misma, así como el débil trabajo los fines de semana, son de la insatisfacciones. De igual forma la no recuperación de las casas cerradas y la realización de un cuestionario epidemiológico muy superficial donde no se detectan sintomatologías respiratorias, se convierten en puertas de entrada a la Covid-19.
“Aun tenemos problemas con la pesquisa, el domingo que es el día de mayor presencia de las personas en las viviendas, es cuando tenemos menos personal porque los estudiantes de medicina recesan y tenemos que poyarnos con los trabajadores de la salud”, explicó la doctora Liudmila Corvodés, jefa de la Sección de Atención Primaria en la Dirección Provincial de Salud durante una comparecencia en la revista especial de Telecubanacán de este lunes 8 de febrero.
Según la funcionaria, la pesquisa se realiza en la provincia de manera diaria a los grupos vulnerables, a las personas con enfermedades crónicas que se descompensen con facilidad, a los ancianos y deambulantes, así como a lactantes, embarazadas y puérperas. El resto de la población se pesquisa en días alternos y los que trabajan en los centros laborales.
Con respecto a este último aspecto, se conoce que es una utopía, pues en la mayoría de los trabajos esta no se realiza, asunto que debe corregirse, pues la realidad ha arrojado un importante número de controles de focos, evidenciando las deficiencias en la labor..
“No podemos guiarnos por las estadísticas, hay que ser objetivos y honesto con la pesquisa sí de verdad queremos hacer las cosas bien. Cuando detectamos un caso positivo por cuerpo de guardia, descubrimos que llevaba varios días con sintomatología en la casa, y por tanto no fue pesquisado. En muchas ocasiones son los casos que evolucionan de manera tórpida, como consecuencia a la demora en el diagnóstico”, argumenta la doctora Gretza Sánchez Padrón, directora de Salud Pública en Villa Clara.
Consolidar en cantidad, calidad y sistematicidad la pesquisa activa deviene hoy un imperativo no solo por el incremento de casos positivos en el tercer rebrote, sino además por la alta focalidad del mosquito aedes aegypti, trasmisor del dengue, y que puede camuflajear los síntomas del SARS–CoV–2.
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