viernes, 19 abril 2024

Desordenado y no por amor

En Manicaragua el Comité municipal la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) sostiene el intercambio en grupos reducidos para la continuidad del proceso de balance en saludo al 60 aniversario de la organización campesina.

En Manicaragua, continúa proceso de balance de la Anap en las organizaciones de base. Entre las insatisfacciones de los campesinos se encuentran, entre otras, las relacionadas con la actividad ganadera. Bajo el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias a partir del riesgo epidemiológico.

La estructura funcional de los encuentros no limita la riqueza y profundidad en el análisis del informe de la gestión efectuada por la dirección de la organización de base y la tarea ordenamiento en el sector cooperativo campesino como aspectos esenciales. Aforan las mayores inquietudes e incongruencias a partir de las nuevas reglamentaciones, en especial, las relacionadas con la actividad ganadera.

De los debates referenciales, como ocurrió en la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Martí, de Mabujina, dedicada a la producción de carne, leche, tabaco y cultivos varios, trasciendió que en la ganadería, “a estas alturas, las cosas andan bastante sueltas, sin que uno sepa a qué atenerse y con eso no se travesea porque es carne y leche”, apuntó el campesino Lázaro Esquivel.

Y si de reseñar el asunto se trata, de 26 productores de leche de la cooperativa, casi la mitad solo hace entrega por causales objetivas y subjetivas diversas, que se mueven desde la sequía, vacas vacías hasta el desconocimiento del precio e impago de la leche, única vía de ingresos. Casualmente, en los últimos días del mes de enero, les “cayó” a los campesinos como ruido por parte del chofer del carro colector de leche en la zona, el precio de 7,50 pesos el litro. No ha mediado aún la información oportuna y representativa. Mientras, se mantiene en el aire, al menos inseguro, el pago por el “frío” a la termera y el acarreo, que debe asumir la propia cooperativa, pero, ¿todas estarán en condiciones financieras para tal efecto?

La venta del ganado constituye otro de los tropiezos del panorama ganadero manicaragüense con incumplimientos notables en la entrega de leche a la industria, a pesar de modificaciones al plan para el sector cooperativo campesino. La estructura productiva solo puede ejecutar ventas a través de la Empresa Agropecuaria que rescindió los contratos directos, situación agravada en el actual mes por incumplimientos en el plan de entrega del año anterior. Consecuencia: la Empresa paga, pero el 5% del margen comercial no es para la cooperativa, que además no tiene comprador del ganado sin valor genético a fin de mejorar el rebaño. La citada estructura campesina de Mabujina, actualmente pudo concertar contrato de carne con el Cárnico y en Porcino, los convenios fueron a parar a Placetas.

Por otra parte, en los intercambios sobresalen otras problemáticas en relación con la disponibilidad de recursos (tornillos para arados, lactocímetros), precios de fertilizantes, roturación de tierras y otros, atraso en los trámites agrarios (tierras de uso colectivo sin autorizar), poca cultura demostrada con el pago de seguro agropecuario, situación económica de los arrendatarios, necesidad de mayor gestión productiva de cada campesino y estructura e inserción en el mercado buscando economía… y la mención pudiera continuar.

Manicaragua depende de la actividad agrícola centrada en los conucos o mayores áreas del sector cooperativo campesino, que actualmente anda por trillo bastante abrupto, de ahí lo imperioso de pisadas más ágiles, certeras y amplias para ordenar, sí con amor y efecto, la actividad tradicionalmente imprescindible.


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