La agricultura encrucijadense sufre las consecuencias de las lluvias ocurridas en meses anteriores, incluidas las asociadas a la tormenta tropical “Eta”, la falta de viandas y vegetales se refleja en la mesa y los bolsillos de los habitantes por la escasez y el exagerado precio que han adquirido estos productos.

Existe la voluntad de producir más y continuar desarrollándonos económicamente pero nos damos cuenta que los tiempos han evolucionado y falta un mayor acercamiento a las instituciones académicas, los centros de investigaciones, universidades y sociedades científicas.

El ingeniero Cesar Luis Fernández, productor de la Cooperativa de créditos y Servicios (CCS) “Tato Madruga”, está vinculado a los proyectos científicos del Instituto Nacional de Viandas Tropicales, la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas y el Instituto Nacional de Investigaciones Científicas.
En las mismas condiciones de suelos húmedos en que otros campesinos y unidades productoras vieron mermadas sus cosechas, su finca “El Paraiso” no sufrió pérdidas ni daños en los cultivos.

Según relata César, hoy urge continuar sembrando alimentos de forma escalonada, realizando siembras en dependencia de la rotación de los cultivos y del intercalamiento de los mismos. El productor agregó que en el caso del boniato el ha seleccionado las variedades que se han probado por la resistencia al exceso de humedad y la sequía, como es el caso de las variedades Inivit B-50, Inivit Bs-16 y el Morado que posee propiedades anticancerígenas.

Sobre las pérdidas de las plantaciones de yuca Luis Fernández se refirió a que la lluvia se ha convertido en este 2020 en el principal enemigo de estos sembradíos, añadió que la mayor parte de las pérdidas se deben a una deficiente preparación de los suelos y no a la lluvia en sí: “La batalla es del hombre y no de los elementos y se gana desde la preparación de los suelos pues las plantaciones de yuca deben encanterarse, esto facilita un buen riego de agua en caso de las areas bajo aniego, esta técnica evita el encharcamiento de las aguas en caso de terrenos bajos o cuando hay exceso de lluvias y facilita el drenaje”, concluyó.

Toca entonces potenciar el extensionismo entre los productores, apoyarlos y dar seguimiento a la tarea.